GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Los yihadistas izan su bandera en una urbe estratégica de Irak

El Estado Islámico toma gran parte de Ramadi y controla el complejo gubernamental

JAVIER TRIANA / ESTAMBUL

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En medio de elucubraciones sobre el posible descabezamiento del Estado Islámico (EI) -su líder, Abubakar al Bagdadi, estaría gravemente herido y habría delegado gran parte de sus funciones, y el número dos, Abu Alaa al Afari, fallecido en un bombardeo este miércoles, según Bagdad-, la organización yihadista ha dado un golpe de efecto con la toma de buena parte de la ciudad iraquí de Ramadi, en el centro del país. Se trata de una posición clave, a un centenar de kilómetros al oeste de Bagdad, y capital de Al Anbar, la provincia más extensa de Irak.

Los fundamentalistas islámicos izaron este viernes la bandera negra del EI en el principal complejo gubernamental de Ramadi, y anunciaron a través de la megafonía de los minaretes de las mezquitas la conquista, según la agencia de noticias Reuters.

POLICÍAS CAPTURADOS

Para hacerse con el control del recinto -que aloja, entre otros edificios, la comisaría central de la policía, así como la residencia del gobernador-, los fanáticos sunís utilizaron artillería pesada y hasta seis vehículos bomba, y terminaron con la vida de al menos una decena de agentes de policía durante la ofensiva, iniciada en la madrugada del jueves al viernes. Otros 50 uniformados han sido capturados y varias informaciones apuntan a su ejecución sumaria, aunque este extremo no está confirmado.

Un número indeterminado de civiles ha podido huir de la ciudad paraa escapar de los combates, aunque el EI controla amplias zonas de la urbe y no permite a la población abandonar sus posiciones. El Ejército iraquí se ha agrupado en torno al Centro de Operaciones de Al Anbar, bajo su dominio durante la tarde de ayer, en el oeste de Ramadi.

«Si el Gobierno no manda refuerzos y la aviación aliada no nos rescata, puedo confirmar que perderemos Ramadi», indicó un alto oficial iraquí, citado de manera anónima por Reuters. «Habrá una carnicería y nos masacrarán a todos. Hemos estado defendiendo la ciudad durante meses y no merecemos terminar así. Es humillante», lamentó la fuente. Por su parte, el gobernador de Al Anbar, Sohaib Al Rawi, dijo a través de su cuenta de Twitter que «la situación es extrema en Ramadi, pero la ciudad no ha caído y la batalla contra los criminales de Daesh (acrónimo árabe del EI) continúa».

INICIATIVA MILITAR

El EI parece así haber recuperado la iniciativa militar seis semanas después de haber perdido, en favor del Ejército iraquí y sus milicias aliadas, la simbólica Tikrit, cuna de Sadam Husein e importante bastión rumbo al norte de Irak. Además, el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, prometió el mes pasado que libraría a Al Anbar de la presencia de los radicales islámicos, quienes con el actual control de facto de esa provincia se aseguran una ruta de abastecimiento desde territorio sirio.

Mientras tanto, en Siria, los yihadistas se encuentran a pocos kilómetros de las ruinas de Palmyra, declaradas Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1980, y que podrían terminar devastadas por los milicianos del EI, como ha sucedido con otros lugares de interés histórico y arqueológico de la región en los últimos meses. Fuentes del Observatorio Sirio de Derechos Humanos aseguran que el Ejército sirio trata de detener el avance del EI hacia el enclave.