La presión internacional

Los turoperadores alertan de la posible caída del turismo ruso

SONIA GUTIÉRREZ
BARCELONA

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Una crisis como la de Ucrania no podía estallar en peor momento para el sector turístico, piensan las agencias y turoperadores especializados en las vacaciones de los rusos. A dos meses de que comience la temporada del año en que más turistas rusos visitan España (de mayo a octubre), las tensiones sobre qué ocurrirá finalmente con los visados para entrar en la Unión Europea, como una de las posibles represalias a Rusia, está frenando el ritmo de reservas habitual por estas fechas. Tampoco ayuda la fuerte devaluación del rublo respecto al euro.

En Natalie Tours, el principal operador de turismo ruso en España, han notado una caída del 15% de las reservas respecto a las mismas fechas del año pasado, afirmó ayer Jordi Matas, director de NT Incoming para la Costa Daurada, Garraf y Azahar (receptivo en exclusiva de Natalie Tours en España). «Si hubiera pasado en junio, al menos llevaríamos un acumulado de reservas. En una temporada normal, estaríamos registrando un 5% o 10% más cada día, mientras que ahora tenemos un 5% menos que el día anterior», añadió.

España es, junto con Grecia, uno de los destinos europeos favoritos de los rusos, por lo que sería uno de los países que más sufriría los efectos de una eventual restricción o supresión de emisión de visados, una medida que Bruselas se guarda bajo la manga. Y especialmente notable serían las consecuencias para Catalunya, que recibe el 61% del total de turistas rusos que viajan a España. En el 2013, más de 1,58 millones de rusos visitaron España.

Se trata además de uno de los mercados emisores que más crece, a ritmos del 30% anual, con estancias más largas y un gasto medio más elevado que la mayoría de turistas de otros países. En resumen, un mercado que no conviene dejar escapar.

«Si se cancelan los visados, ya nos podemos despedir del turismo ruso», advirtió Matas, aunque confió en que no se llegue a este extremo. «Es una partida de ajedrez», opinó.

«Estamos a la espera, no sabemos qué va a pasar, es un momento delicado para nosotros», explicó una portavoz de otro gran turoperador ruso con oficina en Barcelona. De seguir con esta incertidumbre, alertó, los rusos acabarán viajando a otros países fuera de la UE. Y en este punto está muy bien situada Turquía, destino vacacional ruso por excelencia. También podrían beneficiarse Tailandia, Egipto y México.

Dentro de dos semanas, se podrá ver esta pugna en la feria de turismo MITT que se celebrará en Moscú. Matas prevé que Turquía y Grecia compitan con precios muy bajos, que arrastren todo el mercado.

CAUTELA / Estos días, el sector turístico se da cita en otra feria, la ITB de Berlín, donde las empresas han compartido impresiones sobre Ucrania. En Italia, Portugal, Turquía y otros países con tráfico de turistas de la ex-URSS «la situación es similar» a la de España, según Delfí Torns, director de la división de turismo del grupo Serhs. «Aún es pronto para notar fluctuaciones destacables, aunque miramos la temporada de verano con cautela», añadió.

El conflicto de Crimea se suma a otras circunstancias que han afectado las ventas, como las crisis energéticas y los Juegos de Invierno (que han favorecido los viajes internos). Pero la que más preocupa en estos momentos es la devaluación del rublo, que hace que viajar a un país de la zona euro resulte más caro. Desde enero del 2013, la divisa se ha devaluado el 25% frente al euro. Una familia rusa que viaje a España se gastará el mismo dinero en rublos que tenía previsto, pero en lugar de alojarse en un cinco estrellas lo hará en hotel de tres, por ejemplo.

Mientras tanto, el turismo ucraniano tiene peores visos de mejorar. Casi se da la temporada por perdida. Aunque, en comparación con el turismo ruso, su peso es tan mínimo que se considera «lo menos malo que puede pasar».