LA CRISIS GRIEGA

Los acreedores de Grecia intensifican los contactos políticos

Merkel y Hollande se reúnen con Juncker y hablan con Tsipras en busca de un acuerdo

Merkel y Hollande, con Juncker detrás, ayer, en Berlín.

Merkel y Hollande, con Juncker detrás, ayer, en Berlín.

SILVIA MARTÍNEZ / BRUSELAS

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Las negociaciones entre Grecia y sus acreedores internacionales han entrado esta semana en una nueva fase crucial. El próximo viernes Atenas deberá abonar otros 300 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI) y de no haber pronto un acuerdo los países que necesitan ratificarlo por la vía parlamentaria no tendrán tiempo de hacerlo antes de que la extensión del programa de rescate expire a finales de mes. Aunque los contactos se multiplican al más alto nivel político, ayer se reunieron en Berlín Angela Merkel, François Hollande y Jean Claude Juncker, y estaba previsto que se sumaran Mario Draghi (BCE) y Christine Lagarde (FMI), la incertidumbre sigue siendo total.

«Creemos que podemos y que tenemos que llegar a una solución y a un acuerdo durante esta semana», explicó ayer a la cadena de televisión griega Skai el ministro del Interior heleno, Nikos Voutsis. «Es posible retrasar seis meses o un año algunas partes de nuestro programa de forma que haya más equilibrio», admitió sin precisar qué tipo de medidas del programa antiausteridad podrían ceder para tratar de acercar posturas con los negociadores internacionales.

La troika fue el domingo objeto de un iracundo ataque del primer ministro griego, Alexis Tsipras, que en un artículo publicado en 'Le Monde', les acusaba de actuar de forma incomprensible.

EL ARTÍCULO

«La falta de acuerdo no se debe a la supuesta intransigencia, falta de compromiso e incomprensible postura de Grecia sino a la insistencia de determinados actores institucionales en presentar propuestas absurdas y mostrar una indiferencia total ante la reciente elección democrática del pueblo heleno», se lamentaba Tsipras. Pese a este ataque por escrito el primer ministro griego habló poco después por teléfono con Merkel y Hollande. La conversación, según el portavoz de Merkel, se produjo en una atmósfera constructiva. La Comisión Europea, mientras tanto, prefiere mantener la cautela. «Lo que importa más que los artículos son las propuestas concretas de reformas», recordó ayer una portavoz de Juncker. «Se han hecho progresos pero todavía no estamos ahí», añadió.