pese a los recortes del Gobierno

El Ibex cae un 2,96% y marca el mínimo anual en 7.433 puntos

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El Ibex ha cerrado la sesión con una caída del 2,96% y ha marcado su mínimo anual en 7.433 enteros pese a los recortes del Gobierno para cumplir con los objetivos de déficit, mientras la prima de riesgo de España se ha disparado a 435 puntos.

El selectivo ha registrado la segunda mayor caída en lo que va de año y ha terminado la sesión con todos sus valores en terreno negativo, sobre todo constructoras y bancos. Las ventas también se han impuesto en las principales plazas del Viejo Continente, lideradas por Milán, que se ha desplomado un 5%.

Desplome de los bancos

Las principales caídas las sufrieron OHL, un 7,11%; ArcelorMittal, un 6,28%; Indra, un 5,68%; Bankinter, un 5,42%, y Acerinox, un 5,09%. Por su parte, las menores caídas las experimentaron Enagás, un 0,36%; Ferrovial, un 0,50%; Mediaset, un 0,52%; Red Eléctrica, un 0,72%, y Repsol, un 0,91%. Entre los grandes del Ibex, Telefónica pierde un 2,9%, Inditex un 2,93%, el Santander un 3,88%, BBVA un 3,62% e Iberdrola un 2,88%.

El batacazo bursátil lleva al índice Ibex 35 a los niveles más bajos en tres años. El mercado de renta variable expañol ofrece un nefasto aspecto técnico con altas posibilidades de nuevas caídas en las próximas jornadas. Aunque el aspecto técnico, el que muestra las gráficas de cotización de los valores, es muy malo, los analistas consideran que los niveles de sobreventa ya son muy altos y que es posible un fuerte rebote en cuanto aparezca un un leve síntoma de mejora. Sin embargo, el Gobierno de Mariano Rajoy, y el presidente en concreto, no genera la confianza necesaria para tranquilizar los ánimos de los inversores. Los recortes anunciados en educación y sanidad son una muestra más de alarma ante la situación. La falta de presencia pública ante los medios de comunicación del máximo responsable del Ejecutivo, un signo de debilidad.

El contexto

La evolución de la prima de riesgo no es más que un indicador más de esa situación de incertidumbre. En si misma no es determinante, pero dibuja un clima de desconfianza que de mantenerse puede llegar a afectar primero a los mercados y después también a sus protagonistas, principalmente las grandes entidades financieras.

La jornada bursátil debe contextualizarse en un entorno de presentación de resultados empresariales. Quizá algunas firmas aporten datos esperanzadores, apoyados en la exportación. Menos esperanzas hay en las cuentas de los grandes bancos.