La coyuntura económica

El FMI rebate al Gobierno y retrasa el crecimiento económico al 2015

IDOYA NOAIN / ELISEO OLIVERAS
NUEVA YORK / BRUSELAS

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El dolor de la crisis económica es inequívoco para muchos españoles, pero en las previsiones económicas se vuelve a hacer bueno el dicho de que todo depende del cristal con que se mira, como dejaron claro ayer de nuevo el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el ministro español de Economía, Luis de Guindos.

Al presentar en Washington la revisión del informe de Perspectivas Económicas Mundiales elaborado hace solo tres meses, el organismo que dirige Christine Lagarde mantuvo la previsión de que la economía española se contraerá un 1,6% este año (tres décimas más de lo que calcula el gobierno español) pero dio una vuelta de tuerca a sus cálculos para el año que viene. Si en abril el FMI hablaba de un potencial crecimiento de 0,7% en el 2014, ayer anunció que ha rebajado drásticamente esa previsión, estimando ahora que la economía española no crecerá el próximo año.

La principal causa del radical cambio (el más pronunciado de todas las economías avanzadas) es que, al realizar las previsiones de abril, el FMI no había tomado en consideración las medidas de ajuste del Ejecutivo de Mariano Rajoy para reducir el déficit. «Cuando se implementen en el 2014 sera difícil evitar que lastren la economía», explicó ayer Thomas Helbling, responsable de la división de Estudios del FMI.

Sea como sea, los nuevos números son un jarro de agua fría sobre la visión optimista de la Moncloa y de Guindos, que aseguró ayer en Bruselas que la economía española volverá a crecer en el segundo semestre de este año «con cifras de crecimiento trimestrales positivas». «Todos los indicadores económicos adelantados, como confianza de los consumidores, exportaciones y turismo, apuntan a que volverá el crecimiento en la segunda mitad del año», afirmó al concluir el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la UE, donde recibió el respaldo del ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schaüble, que ve «muy obvio que España está en el buen camino».

LA LENTE MÁS OSCURA / No cabe duda de que el FMI mira las perspectivas económicas españolas con la lente más oscura entre las que manejan varios observadores. En mayo, por ejemplo, la Comisión Europea predijo un crecimiento para España en el 2014 del 0,9%, casi el doble incluso que la última previsión del Gobierno español, que calculaba el 0,5%, y también por encima del 0,6% que estima el Banco de España, el 0,4% de la OCDE y hasta del 0,7% de los expertos del sector privado agrupados en Funcas. Pero es que el FMI enmarca sus previsiones en un análisis global, y el panorama gris es generalizado.

El organismo ha rebajado dos décimas respecto de abril las perspectivas de crecimiento mundial tanto para este año (dejándolas en 3,1%) como para el 2014 (en el que sitúa el crecimiento en el 3,8%). Y al hacerlo no solo ha reconocido que la recesión europea ha sido más profunda y prolongada de lo que se había anticipado, sino que apunta a la aparición de nuevos riesgos que se suman a los ya existentes.

Entre los principales destaca la ralentización del crecimiento en las economías de países emergentes y en desarrollo que hasta ahora habían estado impulsando los buenos datos globales y que aunque seguirán creciendo lo harán tres décimas menos de lo que se esperaba en abril (5,4% previsto para el 2014). Y emergen también peligros desde EEUU: desde los efectos de los recortes de gasto público hasta la falta de claridad sobre la potencial retirada de las políticas de estímulo apuntadas el mes pasado por el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke.

La apuesta por el estímulo, precisamente, vuelve a aparecer en el informe del FMI, que aunque apunta a la necesidad de «planes creíbles para la sostenibilidad a medio plazo de la deuda pública» insiste en reclamar a las economías avanzadas políticas enfocadas en el crecimiento a corto plazo. «Los reguladores en todas partes -reza el documento- necesitan aumentar los esfuerzos para asegurar un crecimiento robusto».