INVESTIGACIÓN DE UNA CAJA RESCATADA

El circo de la CAM

Perlas lingüísticas, negación de responsabilidades y sonadas ausencias protagonizan la comisión de investigación sobre la caída de la caja que se celebra en el Parlamento valenciano

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(ARTÍCULO PUBLICADO EN EL PERIÓDICO EL 21 DE OCTUBRE DEL 2012)

«¿Estaban las actas que se leían en la comisión de control de la CAM, provenientes del consejo de administración, manipuladas?». «Estaban falseadas, adulteradas y contradichas». Aludiendo a las tres acepciones que el diccionario Espasa ofrece para explicar la entrada manipular. Así de rotundo respondía el exconsejero de administración de la caja Ángel Strada Bello al ser preguntado al respecto en la comisión de investigación de las Cortes valencianas el pasado lunes.

Antes, muchos de la larga veintena de comparecientes que hasta ahora han pasado por la comisión que intenta esclarecer cómo cayó la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) lo habían insinuado, pero ninguno había sido tan explícito como este psicólogo clínico argentino que estuvo en la caja entre el 2004 y el 2010.

La orquesta del ‘Titanic’

El de Strada, quien afirmó que el consejo de la CAM era «la orquesta del Titanic» y Roberto López Abad, exdirector general de la entidad, el «solista», es el último de muchos testimonios que se suceden semana tras semana en las Cortes valencianas para la estupefacción de los diputados y numerosos periodistas que, desde el pasado mes de mayo, siguen la comisión en sede parlamentaria. Independientemente de su formación o experiencia profesional, todos los testimonios parecen tener un denominador común: la no asunción de responsabilidades o el desentendimiento de sus funciones en la caja.

Además del psicólogo, otras personas con las más variopintas profesiones pasaron por los órganos de gestión y control de la entidad. Entre ellas, una profesora de ballet, un hotelero de Benidorm, el presidente de Terra Mítica, una empresaria del calzado o una clienta de Zaragoza. Para formar parte de ellos, como los propios comparecientes han afirmado en numerosas ocasiones, no hacía falta requisito alguno.

De la bailarina a la zapatera

Antes del verano, por la comisión de la CAM circuló Isabel Cambronero –la profesora de danza clásica y exmiembro de la comisión de control– que confesó no estar «muy puesta al día» en cuestiones de finanzas. Y a la vuelta del descanso estival, uno de sus excompañeros en el órgano, Raúl Serrano, asumió no tener «ni tiempo ni conocimientos específicos» para el cargo. Así explicó cómo funcionaba la comisión de control: el director general informaba del contenido del consejo de administración, luego se producía «un debate» y se llegaba «más o menos a un consenso». También formó parte de ella Dolores Mataix –clienta residente en Zaragoza–, quien «nunca había oído hablar de una comisión de control».

Desde el consejo de administración –que se reunió en Londres, Shanghái o Nueva Delhi–, sobre todo se han echado balones fuera. Luis Esteban, expresidente de Terra Mítica, defendió que la del parque era una inversión «de mucho futuro» que fracasó porque «determinados directores de colegios preferían subir a los alumnos de viaje de fin de curso a Port Aventura». Joaquín Longinos asumió que existía un «preconsejo» que tomaba las decisiones de la entidad y que posteriormente estas se asumían «sin debate ni turno de preguntas».

Rosa Ana Perán, que era presidenta de la Asociación de Industriales del Calzado de Elche, afirmó ser una auditora con «experiencia» pero no ser «superwoman» y, por ello, fue «incapaz» de detectar irregularidades en los balances de la caja. 

Muchas ausencias

Pero, además de las perlas lingüísticas, esta es también una comisión marcada por las ausencias. Para empezar, el Partido Popular vetó las propuestas de comparecencia de todos los miembros del Consell que pudieron haber tenido responsabilidades en la caja, tal y como reclamaban los grupos de la oposición.

Además, el exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez y otros ocho cargos y excargos del Banco de España, del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y del Ministerio de Economía se negaron a comparecer amparándose en un informe del Consejo de Estado que concluye que las Cortes valencianas no tienen competencia para fiscalizar la actuación de órganos ajenos. La Cámara han llevado esta decisión a la fiscalía.

Tanto se está enredando la madeja que la comisión de investigación de la caja de ahorros valenciana tiene visos de ser la más larga de la historia en las Cortes valencianas. Debía finalizar en enero, pero la oposición no descarta volver a llamar a alguno de los comparecientes ni solicitar nuevos testimonios. Todos los grupos ya han acordado pedir una moratoria hasta junio del año que viene.