CIERRE DE EJERCICIO DE LOS MERCADOS FINANCIEROS

La crisis de la deuda lastra al Ibex con una caída anual del 17,4%

MAX JIMÉNEZ BOTÍAS
BARCELONA

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la renqueante Europa va a dos velocidades y los mercados son el fiel reflejo de esa diferencia de ritmos económicos. En un año en la que las bolsas mundiales acumulan más ganancias que pérdidas, Europa se sitúa a la cabeza de los descensos. Pero, sobre todo, son los países contaminados por la crisis de la deuda soberana los que han acusado el desdén de los inversores. El Ibex 35 del mercado español es el segundo indicador de esos países que peor registro ha tenido en el conjunto del año. Cerró el jueves con una caída del 17,43% para el conjunto del ejercicio, solo superada por el Athens Composite griego, que pierde el 34,9%. El mercado griego ha sido la víctima propiciatoria para lo inversores y no solo por lo que se refiere a la renta variable. El riesgo país llegó a ensanchar el diferencial con el bono alemán hasta los 900 puntos básicos.

«Mala señal cuando el mercado de renta fija cobra protagonismo por delante del de renta variable», comentó Mireia Estaban, directora de banca privada de la gestora de Unnim para quien la crisis de euro ha pasado «sin discriminar» por encima de las economías europeas más endeudadas y amenaza con un primer semestre del 2011 con algunos sobresaltos.

PAPIDEZ DE LAS REFORMAS / Aunque eso dependerá de la rapidez que se apliquen las reformas emprendidas por la Unión Europea (UE): «Que se produzca una mayor integración fiscal y que se aclare si habrá o no eurobonos ayudará a despejar el panorama», reconoció José Ramón Iturriega, gestor de Abante.

Parece, pues, que el problema no se ha resuelto aún, porque para el mercado parte de ese problema es la banca española. «Hasta que no se conozca el deterioro real de los activos bancarios y la manera en que se hará frente a su saneamiento, la crisis del euro no puede darse por acabada», comentó Jaume Puig, director general de GVC Gaesco.

La también conocida como crisis de los países periféricos ha acabado por llevarse por delante la rentabilidad que apuntaban algunas grandes bolsas, como la de París, que cierra el año ligeramente a la baja. Sin embargo no ha conseguido empañar la evolución del mercado alemán, no solo el bono a 10 años ha mantenido su rentabilidad en torno al 3%, sino que el mercado de renta variable cierra el año con una revalorización del 16%. El ritmo de crecimiento de la primera economía europea, sustentado en sus exportaciones, ha conseguido mantenerse por encima del de los otros países con mayor peso en la UE. Solo la bolsa británica ha conseguido mantener ese ritmo, si se obvia, claro está, la evolución de los mercados emergentes europeos.

Los índices de la Bolsa de Moscú así como la de Varsovia atesoran una revalorización del 22% y del 19%, respectivamente. Hay mucho que trillar entre los mercados de la Europa del Este para distinguir los que han ido bien de los que han ido mal, pero los primeros ratifican la idea de que el 2010 ha sido el año de los mercados emergentes, pero no solo de ellos: «Tenemos siente fondos de inversión con revalorizaciones por encima del 20%, varios son emergentes, pero también el de pequeñas empresas, el de telecomunicaciones o el de farmacia acumulan esa revalorización», explica Puig.

MANTENER LA DINÁMICA / Los expertos vaticinan que la dinámica que se inició en los mercados en la segunda parte del año 2010 se mantendrá durante el 2011. Los inversores comenzaron entonces a fijarse más en los beneficios de las empresas que en la crisis de la deuda, pese a rebrote de noviembre con el rescate de Irlanda. A esa dinámica cabe atribuir la sorprendente recuperación de la bolsa estadounidense o de la alemana. Cierran el año con ganancias superiores a 10%, pero desde agosto ha ganado más de un 25%.