Entrevista con el maestro y tutor de la escola Mare de Déu de Montserrat

Artur Fernández : "La coral es un puente hacia la inclusión social"

Un docente con mucho ritmo Artur Fernández dirige, junto a otros compañeros, la coral de la escuela Mare de Déu de Montserrat, formada por jóvenes con necesidades educativas especiales.

«La coral es un puente hacia la inclusión social»_MEDIA_1

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SARA GONZÁLEZ
BARCELONA

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Coldplay, Queen, Lluís Llach o Nino Bravo pueden ser terapéuticos. La coral de la escuela especial Mare de Déu de Montserrat, en el barrio de Guinardó, es una prueba de que la música puede ser una catapulta para cambiar la realidad. Artur Fernández (37 años), maestro y psicopedagogo, es uno de los docentes de este centro para alumnos con inteligencia límite que se ha esmerado para que esta coral signifique una oportunidad para lograr la integración de estos jóvenes que, mediante la cultura del esfuerzo, logran resultados realmente sorprendentes.

—Me los imaginé cantando el Virolaiy me los encuentro lidiando con Mecano o Els Pets.

—Apostar por un repertorio contemporáneo es una manera de motivarlos y, a la vez, de dar un sello de indentidad a la coral. Son canciones que ellos conocen y que ya de entrada les gustan. También aprovechamos para dotarlos de un fondo cultural, ya que recuperamos canciones clásicas de la historia del rock y del pop internacional. Elvis, los Beatles, U2, Coldplay... Adaptamos la música a sus tonalidades y, a veces, también adaptamos la letra al catalán o castellano. Tampoco olvidamos las raíces de la música catalana con canciones de Lluís Llach, Gerard Quintana o Els Pets.

—¿Podría hacer una radiografía de los jóvenes de la coral?

—Son jóvenes, la mayoría de entre 15 y 17 años, con necesidades educativas especiales que, por diferentes circunstancias, no han podido seguir en la escuela ordinaria. Su aprendizaje es lento, padecen trastornos emocionales, tienen una personalidad débil y son fácilmente manejables. Muchos se desmotivan en la escuela ordinaria y llegan a creer que no sirven para nada.

—¿Qué fórmula utilizan para que aprendan letras complicadas?

—Primero nos centramos en la motivación. Hacemos un bombardeo de canciones que les podrían gustar. Cuando la han escogido, hacemos una adaptación musical a sus tonos. Por ejemplo, conViva la vida, de Coldplay, incluso la hemos adaptado al catalán. Después copian las letras y las estudian. Esto es genial porque sin darse cuenta están trabajando lengua catalana o castellana. Una vez saben la letra, les pasamos una gravación con la versión de la canción que hará la coral. A partir de aquí, hay que hacer muchos ensayos para que aprendan el ritmo, los silencios y la coordinación.

—¿Qué beneficios obtienen cantando en la coral?

—A raíz de esta experiencia, sube su autoestima. En la escuela ordinaria no encontraban su espacio. Aquí pretendemos ser un puente, hacerlos fuertes para impulsarlos hacia la inclusión social. Con los conciertos ganan seguridad en sí mismos porque se dan cuenta de que cuando cantan remueven sentimientos. Hay un antes y un después tras hacer un concierto. Además, mejoran la vocalización, el lenguaje, el ritmo... Yo no quiero ni oír decir que son chicos arrítmicos porque con una atención adecuada progresan muchísimo.

—¿Cómo está siendo este camino hacia la inclusión?

—Lento pero con pasos firmes. Empezamos en el 2002 y desde entonces la respuesta social se ha tenido que trabajar mucho. El primer gran salto lo dimos en el 2004, cuando actuamos en el Fòrum de les Cultures. Por primera vez salíamos del circuito de corales de gente mayor. El otro gran avance fue en el 2007, cuando empezamos a formar parte de la muestra cultural del Ayuntamiento de Barcelona, que nos permite actuar en el Auditori como las otras corales de los centros de secundaria. ¡Pasamos una audición cada año! Nosotros pedimos ser uno más. La sobreprotección no nos beneficia. Por último, el año pasado dimos otro salto hacia la integración al participar en la Trobada de Corals de Catalunya.

—Se le vé orgulloso.

—Es fruto de mucho trabajo. Creo firmemente en este proyecto. Siempre he estado vinculado a la música, soy cantante del grupo Soon, de la escena independiente de Barcelona, y siempre he creído que hace crecer a las personas. Además, como maestro, creo en las experiencias educativas innovadoras.

—Con la coral también están intentan combatir el frío en la escuela...

—Aquí los inviernos son fríos y largos porque no hay calefacción, por eso estamos haciendo una campaña de conciertos solidarios. De momento, ya hemos podido instalar algún radiador, pero queda mucho.