LA JORNADA DE LIGA

Tres goles de Cristiano dan un triunfo inútil al Madrid en Cornellà

La afición despide al Espanyol entre aplausos a pesar de la goleada (1-4)

Casilla detiene un remate ante Varane y Cristiano durante el partido de liga entre el Espanyol y el Real Madrid.

Casilla detiene un remate ante Varane y Cristiano durante el partido de liga entre el Espanyol y el Real Madrid. / periodico

JUAN TERRATS / CORNELLÀ DE LLOBREGAT

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Los jugadores del Espanyol salieron ovacionados por la afición en la vuelta de honor que realizaron tras encajar un engañosa goleada ante el Madrid, que este año solo podría celebrar el premio al mejor goleador de un Cristiano Ronaldo que marcó tres tantos al contragolpe, su especialidad. Fue la gran diferencia entre los locales y visitantes: la finalización, porque el conjunto catalán fue superior en muchas parcelas. El grupo de Sergio González tiene unas remotas posibilidades de lograr la séptima plaza en la última jornada. Al seguidor perico le dio igual después de ver a un equipo que compitió de tú a tú ante un grande de Europa.

Sergio González advritió el sábado que no repetiría el sistema del partido del Eibar, que estaba pensando cómo hacer daño a un Madrid que llegaría muy tocado a Barcelona después de su eliminación de la Liga de Campeones. Posiblemente, el preparador blanquiazul se inspiró en los últimos minutos de la Juventus en el Bernabéu cuando Allegri ordenó una defensa de tres centrales para tapar los huecos a los puntas blancos. Le salió bien a la Juve. ¿Podría jugar igual el Espanyol? Pues sí. Sergio se decantó por dar entrada a Colotto como tercer central en su despedida de los aficionados blanquiazules.

Parecía una apuesta defensiva, pero los sistemas los hacen buenos los jugadores. El Betis de Luis Aragonés deleitó con ese sistema, México realizó hace unos años un fútbol exquisito con tres centrales y la Juve apeó al Madrid de la Champions.

La clave estaba en otras zonas. En la apariciones de los laterales y, sobre todo, en el comportamiento de ese trivote formado por Javi López-Víctor Sánchez-Abraham, lo mejor del equipo en esas posiciones. Por dentro llegaría la presión y las combinaciones y por fuera el peligro. Así fue el juego en una primera parte en la que al Espanyol solo le faltó la guinda del gol después de tutear durante muchos minutos a un Madrid que no jugó a gusto por culpa de la asfixiante presión perica.

La mejor ocasión madridista llegó en un cabezazo de Ronaldo, al que se le notó nervioso y poco solidario (m. 11). El Espanyol solo tuvo cinco minutos de despiste. Entonces apareció un Abraham que se convirtió en la pieza que dio equilibrio y balones a la gente de arriba. La primera parte acabó con un zurdazo de Arbilla desde muy lejos (m. 40). El Espanyol estaba ganando por puntos.

¿El equipo pagaría el enorme esfuerzo de los primeros 45 minutos en la segunda parte? El Madrid dio un paso al frente en la reanudación y el ritmo del grupo de Sergio fue otro. El partido se abrió y el conjunto madridista aceptó un intercambio de golpes que le benefició. Mientras Ronaldo marcaba en el primer disparo a puerta (m. 59), el Espanyol necesitaba cinco ocasiones de gol para batir a Navas (Stuani, m. 73).

PEGADA BLANCA

Esa fue la diferencia entre un equipo cargado de figuras y otro club que necesita reforzarse a base de cesiones y jugadores con la carta de libertad. De un club de 600 millones a otro de 50. Ronaldo consiguió un triplete en tres acciones aisladas de un delantero que es letal en los contragolpes. Marcelo (m. 79) y el punta portugués (m. 83 y 90) sentenciaron el duelo al contragolpe. El Espanyol cayó goleado, pero el equipo dio una imagen de equipo valiente, agresivo, que lo dio todo hasta el último segundo en un partido de despedidas. De Colotto, de Mattioni, de Héctor Moreno, del capitán. Los pitos del día del Elche se convirtieron en aplausos en una vuelta de honor muy merecida por el buen comportamiento del vestuario blanquiazul durante la temporada.