EL DEPORTE COMO MOTOR ECONÓMICO FRENTE A LA CRISIS

Tarragona confía el futuro a los Juegos Mediterráneos del 2017

La candidatura catalana compite con Alejandría en la votación que se hará mañana en Turquía

Rigau (director), Mallol (voluntario), Zabell y Blanco (COE), en Mersin.

Rigau (director), Mallol (voluntario), Zabell y Blanco (COE), en Mersin.

RAFAEL MORALES
TARRAGONA

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La suerte está echada. Tarragona se juega mañana en la ciudad turca de Mersin una de las mayores apuestas de su historia moderna. El Comité Internacional de los Juegos Mediterráneos (CIJM) decidirá en votación si se decanta por la capital catalana o por Alejandría (Egipto), las dos candidaturas que han llegado a la recta final para organizar los juegos del 2017. «Vamos con los deberes hechos y con un claro objetivo de victoria», destacó antes de partir para Turquía Josep Fèlix Ballesteros (PSC), alcalde de Tarragona y presidente de la candidatura de la ciudad patrimonio de la humanidad por su legado romano.

«Estamos un poco nerviosos a la espera de la votación del sábado, pero creo que podemos ser muy optimistas», aseguró Natalia Rodríguez, medalla de bronce de 1.500 metros en los últimos Mundiales y concejala de deportes del Ayuntamiento de Tarragona tras las últimas elecciones municipales. Rodríguez llegó anoche a Mersin con el grueso de la expedición, en la que también está el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco.

El resultado de la votación se conocerá hacia las 10.30 de la mañana del sábado, hora española. En ella participarán tres miembros de cada uno de los 22 países con derecho a voto, además de hasta 17 representantes del COI, aunque no todos han asegurado su presencia. Antes, Blanco, Ballesteros y Theresa Zabell, como representante del COI y del COE, serán algunos de los defenderán la propuesta de Tarragona.

Los Juegos Mediterráneos están considerados una competición menor en comparación con los Juegos Olímpicos, pero se pueden convertir en un indiscutible motor económico y de proyección internacional para la ciudad que los organiza. Le ocurrió a Almería en el 2005 y Tarragona se ha mirado en ese espejo y en el de Barcelona-92 para, si consigue ser elegida, organizar los mejores Juegos Mediterráneos de la historia.

Su propuesta contempla la competición en 31 disciplinas, incluidos esquí náutico, kárate y petanca, que no son deportes olímpicos. Y para ello prevé 12 subsedes, entre las que se encuentran Barcelona para la hípica y Castelldefels para el remo y el piragüismo.

RIQUEZA Y OCUPACIÓN / «Los Juegos son una gran oportunidad para Tarragona porque generarán riqueza y ocupación», insiste el alcalde. El presupuesto de la candidatura que preside ronda los 200 millones de euros, que en su mayor parte cubrirán el Gobierno y la Generalitat, al margen de los 100 millones de euros que costaría la villa olímpica y que construiría la iniciativa privada.

Se prevé crear unos 7.000 puestos de trabajo, participarán unos 5.000 deportistas y se calcula un impacto económico de unos 1.000 millones de euros. De momento, todos coinciden en que el dosier de Tarragona «no deja nada a la improvisación», pero también advierten del potencial económico y las influencias que tiene Alejandría, una ciudad con casi cuatro millones de habitantes. «No será fácil», afirma el alcalde. «Las expectativas son muy buenas», añadió ayer Mario Rigau, director ejecutivo de la candidatura.