El Sevilla deja sin argumentos al Madrid

El equipo blanco se desmorona tras adelantarse en el marcador

Cristiano, en el Pizjuán

Cristiano, en el Pizjuán / periodico

CARLOS F. MARCOTE

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El Sevilla se levantó cuando ofrecía todos los síntomas para quedar derrengado de nuevo y se llevó por delante al Madrid, que acabó descosido por todos lados y desorientado completamente en vísperas del clásico del día 21. Como si todo el trabajo hecho hasta ahora no hubiese servido de nada, el equipo blanco perdió su primer partido, dejó las peores sensaciones y se ve obligado a empezar de cero después de una semana que comenzó con un triunfo muy sospechoso ante el PSG en Europa y acabó con una derrota turbadora para Benítez y sus jugadores. Lo que arrancó con trazas de paseo para el conjunto madridista, que se adelantó con un gol de Ramos, acabó convertido en un tormento para los blancos, que echaron mucho de menos a Keylor Navas, el salvador que había enmascarado durante mucho tiempo sus grandes lagunas.

Y eso que al rival de ayer, el Sevilla, le falta un poco de todo, como había admitido Emery. Para compensar esas carencias no existe mejor alternativa que meterle intensidad al envite, y más si es de la envergadura de una visita del Madrid al Sánchez Pizjuán. También lo era la del City el miércoles y a la vista de cómo transcurrió esa última etapa de la Champions, el temor de todo hijo de vecino sevillista era que el equipo se volviera a derrumbar a las primeras de cambio. Un recelo que crecía en el conjunto andaluz y que fue el origen de que intentara tomar precauciones, algo que sin la gran energía defensiva que la situación demanda puede llegar a convertirse en el peor de los compañeros de viaje.

LESIÓN DE RAMOS

Empezó el Sevilla más parado y contemplativo de lo recomendable, sin la agresividad demandada en estos casos y el Madrid se encontró ante un panorama ideal para encarrilar pronto un choque que en principio había supuesto que se le presentaría con muchas más aristas. Con Bale por Jesé y continuidad para Isco en la formación titular, el equipo blanco procedió a desplegarse con comodidad, sin apenas molestias por parte sevillista y Ronaldo pronto disfrutó a pase de Pepe de una buena ocasión, que a la postre sería casi la única suya, pero Mariano le impidió culminar. En el córner que siguió, Nacho aprovechó un despeje al centro para volear con un zurdazo que mandó el balón a la madera.

Más motivos para que entrara en estado de pánico el Sevilla. Siguió sin apretar lo más mínimo al Madrid, que gozó de posesiones interminables, aunque el gol con que adquirió ventaja llegó a balón parado. Isco sacó un córner y Ramos marcó de espaldas a la portería de media chilena (m. 22), pero volvió a dañarse el hombro izquierdo y tuvo que dejar su sitio a Varane minutos después. Antes de eso, Rico evitó que Bale ampliara la ventaja blanca y el cuadro andaluz dio por fin señales de vida en ataque. Tremoulinas progresó por la izquierda y Pepe evitó con la tibia que Immobile remachara. El italiano, tan sorprendido como el que más por su titularidad, sí llegó a tiempo en la siguiente que tuvo, justo después de que Casilla empezara a dar muestras alarmantes de inseguridad por arriba. Solo en el segundo palo, aprovechó la pasividad defensiva blanca y que el sustituto de Navas se quedó clavado para establecer el empate (m. 36).

Cogió carrerilla el Sevilla y entró el Madrid en dudas, que se multiplicaron en el segundo tiempo cuando no fue capaz de contener a un rival subido a lomos de Konoplyanka, que destrozó a la defensa blanca con sus llegadas por la banda izquierda. Una gran jugada del extremo ucraniano, con pared con Immobile, acabó en el segundo tanto sevillista, obra de Banega (m. 61). Un error de Rico en el saque dio a Ronaldo la oportunidad de empatar, pero tiró fuera con Modric solo a su izquierda. Poco después, el portero local sacó a Casemiro un buen cabezazo en un córner.

La respuesta del Sevilla fue otra gran internada de Konoplyanka, que acabó en un centro de Mariano desde el otro lado aprovechado para marcar con toda comodidad por Llorente (m. 74). Quizás paralizado por lo inesperado de la situación, el Madrid se quedó sin ideas, sin fuerzas y sin fe para intentar darle la vuelta. Y sin tiempo tras el tanto de última hora de James (m. 93).