El hijo de Juanito estalla: "Dejad tranquilo a mi padre"

No había pasado ni un cuarto de hora de la derrota del Madrid en Alemania cuando uno de los hijos de Juanito rechazó cualquier recuerdo a su padre. «Dejad a mi padre tranquilo», advirtió cansado de que el espíritu de Juanito aparezca durante la última década. Y aparezca para nada porque hace ya 12 años que el Madrid no remonta una eliminatoria europea. Era entonces Zidane jugador; es ahora Zidane el entrenador del club blanco. «Cada vez que le mencionan para remontar palmamos», escribió también el hijo de la leyenda madridista, que se conoce de memoria ese espíritu paterno, esencia empleada siempre en las grandes remontadas del club desempolvado por la memoria de la afición. Pero de escaso éxito.

BAYERN, BORUSSIA, JUVE...

Desde el año de la novena, 2002, el año de Zizou, ni rastro de ese espíritu. De ahí el mensaje contundente de Roberto, el hijo de Juanito. No remover más su recuerdo, convencido, como el propio técnico francés, de que lo que necesita el Madrid es reencontrarse con el fútbol más que apelar a factores emocionales. Los jugadores blancos, en cambio, no piensan igual: "Oír rugir al Bernabéu impone y el martes lo necesitamos más que nunca», proclamó Sergio Ramos, el capitán, anunciando que «la remontada ya ha empezado".

El Madrid se la pega ante el Wolfsburgo y se aleja de las semifinales

Ha rugido mucho el Bernabéu desde el 2002, convirtiendo el ‘espíritu de Juanito’ en algo ya casi rutinario. Ya no es algo aislado. Más bien, una tradición. Por eso, el hijo pide que dejen en paz la memoria de su padre, calificando además de "deprimente" la actuación del equipo de Zidane, incapaz de marcarle un gol al Wolfsburgo. «Quede por delante que me parece un resultado injusto y no hemos merecido palmar 2-0», precisó luego.

Rugió el Bernabéu en los octavos de final de la Champions contra el Roma (2007-08), pero el balón ni se enteró. Perdió el Madrid en Italia (2-1 en la ida) y después en su estadio: también 1-2 para los romanistas. También en octavos contra el Lyón (2009-10) volvió a rugir el templo blanco, pero el triunfo francés (1-0) no pudo ser superado luego por los madridistas en su casa (1-1). Los penaltis del Bayern (11-12),  con aquel lanzamiento de Sergio Ramos a la estratosfera frustrando la Décima para Mourinho, unido a la caída con el Borussia (12-13), y la deprimente caída contra la Juve de Morata la pasada temporada mientras el Barça volaba hacia Berlín. Sin espíritu alguno, pero con el tridente.