FINAL DEL MUNDIAL DE RUGBI

Los 'All Blacks' logran el triplete guiados por el pie de Carter

Nueva Zelanda impone su hegemonía y repite título ante la luchadora Australia (34-17)

El capitán Richie McCaw (izquierda) y Daniel Carter levantan la Copa Webb-Ellis, en Twickenham

El capitán Richie McCaw (izquierda) y Daniel Carter levantan la Copa Webb-Ellis, en Twickenham / periodico

DAVID TORRAS / BARCELONA

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El mejor equipo del mundo ya tiene el triplete que merecía desde hace tiempo y que el caprichoso balón ovalado le había ido regateando, fiel a ese bote a menudo indescifrable, yendo de un lado a otro, y que le mantenía a la misma altura de títulos que sus grandes enemigos, Australia y Sudáfrica. Hasta que este sábado, al fin, en el templo de Twickenham ante 80.000 espectadores, decidió quedarse en manos de quienes sienten un devoción reverencial por él, en la simbólica acción del último ensayo, cuando Barrett corrió más que ningún 'wallaby', le dio una patada temeroso de que le jugara una mala pasada y entonces, ya sí, decidió elevarse con un bote cómodo para evitarles más sufrimiento y regalarles la sentencia final, el 34-17, que puso fin a la admirable lucha de Australia. Los 'All Blacks' ya son los más grandes, los reyes del mundo oval.

Fue el final que merecían algunos de los grandes íconos de un equipo al que mucho señalan como el mejor de la historia y que, por primera vez, ha repetido título. El primero Richie McCawn, el capitán que alzó la copa William Webb-Ellis en su despedida, y que se va como el héroe que es en su país. "Para mí es, probablemente, el mejor jugador que ha habido nunca. Desde luego el mejor de Nueva Zelanda. Es uno de los mayores líderes de todos los tiempos. Y además es un buen tipo", dijo el seleccionador Steve Hansen.

EL MEJOR DEL PARTIDO

Y a su lado el prodigioso Dan Carter, de 33 años, uno de los mejores aperturas de todos los tiempos, exquisito de la cabeza a los pies, a quien la desgracia había perseguido en los anteriores torneos y que se perdió la final del 2011 por una lesión. Esta vez, en lo que será su despedida antes de iniciar una dorada aventura en Francia, en el Racing Metro donde se convertirá en el jugador mejor pagado del mundo (ha firmado por tres años y superará el millón y medio de euros anual), emergió por encima de todos hasta ser declarado el mejor del partido.

Anotó 19 puntos (solo falló un lanzamiento), con el balón volando desde cualquier lado justo en medio de los palos, como si trazara una línea con un compás. Cuando peor lo estaban pasando los All Blacks, cuando inesperadamente Australia se levantó del suelo en lugar de hincar la rodilla, desahuciada como parecía, y que le llevó a tener el partido a tiro cuando iba camino de la humillación (del 21-3 al 21-17 aprovechando 10 minutos de superioridad por una expulsión), su imponente zurda conectó un 'drop' bajo presión de 40 metros al que acompañó con gritos de "vamos, vamos" ("no estaba seguro de que tuviera suficiente fuerza", confesó) que frenó ese bajón y el impulso 'wallaby'.

SUPERIORIDAD

"Cuando eres pequeño y juegas a rugbi quieres ser un 'All Black'. Ese es tu sueño. Todavía recuerdo mi primera vez, no quería que terminara nunca", declaró. Parece que esa etapa ha terminado, pero en el último momento dejó un legado muy valioso. "No podría escribir un final mejor", admitió. Pero al margen del pie de Carter, Nueva Zelanda siempre se mostró superior, en especial, en una primera mitad arrolladora con el 71% de posesión y el 79% del tiempo jugado en terreno australiano. Julian Savea, en cambio, tuvo escaso protagonismo, aunque acabó como líder de ensayos del torneo (8) igualando la marca de Jonah Lomu en 1999.

"Me voy orgulloso de mi equipo", proclamó el técnico australiano Michael Cheika. El deporte también se sintió orgulloso de él, cuando fue uno por uno a felicitar a los campeones. La imagen final, de 'All Blacks' y 'Wallabies', abrazándose después de la intensa batalla, fue el último gran gesto de un gran Mundial.

Ficha técnica:

34 - Nueva Zelanda: Moody (Ben Franks, m.59), Coles (Mealamu, m.65), Owen Franks (Faumuina, m.54), Retallick, Whitelock, Kaino (Vito, m.71), McCaw (Cane, m.80), Read, Aaron Smith (Kerr-Barlow, m.71), Carter, Savea, Nonu, Conrad Smith (Williams, m.40), Milner-Skudder (Barrett, m.65) y Ben Smith.

17 - Australia: Sio (Slipper, m.59), Moore (Polota-Nau, m.56), Kepu (Holmes, m.59), Douglas (Mumm, m.15), Simmons, Fardy (McCalman, m.60), Hooper, Pocock, Genia (Phipps, m.70), Foley, Mitchell, Giteau (Beale, m.26), Kuridrani, Ashley-Cooper y Folau.

Marcador: 3-0, m.7: golpe de castigo de Carter. 3-3, m.13: golpe de castigo de Foley. 6-3, m.26: golpe de castigo de Carter. 9-3, m.35: golpe de castigo de Carter. 16-3, m.40: ensayo de Milner-Skudder que transforma Carter. 21-3, m.42: ensayo de Nonu. 21-10, m.53: ensayo de Pocock que transforma Foley. 21-17, m.65: ensayo de Kuridrani que transforma Foley. 24-17, m.69: drop de Carter. 27-17, m.75: golpe de castigo de Carter. 34-17, m.79: ensayo de Barrett que transforma Carter.

Árbitro: Nigel Owens (Gales). Tarjeta amarilla a Ben Smith (m.51), de Nueva Zelanda.

Jueces de touch: Jérome Garcés (Francia) y Wayne Barnes (Inglaterra). 'TMO' Shaun Veldsman (Sudáfrica).

Incidencias: final de la Copa del Mundo de rugbi de Inglaterra 2015, disputada en el estadio de Twickenham (Reino Unido), ante 80.125 espectadores.