ACCIDENTE EN LOS ALPES FRANCESES

Los médicos no se atreven a hacer un pronóstico sobre Schumacher

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Ante decenas de periodistas, transmitida en directo por cientos de radios y televisiones, los médicos del hospital de Grenoble en el que, este domingo, ingresó en "estado crítico" Michael Schumacher, tras sufrir un grave accidente de esquí en los Alpes franceses, no se han atrevido a dar pronóstico alguno sobre el estado y, muy especialmente, sobre la evolución del siete veces campeón del mundo de F-1.

Ninguno de los tres especialistas presentes en la conferencia de prensa ofrecida este lunes ha podido explicar hacia dónde evolucionará el paciente, al que consideran, eso sin duda, en peligro de muerte tras haberle inducido un coma para evitar que aumente la presión cerebral, que podría causar su fallecimiento. "Por respeto a la familia" y, también, por supuesto, porque no son capaces de intuir cómo progresará, se han visto incapaces de decir qué ocurrirá con 'Schumi'.

Solo una operación

Lo que sí han desmentido ha sido la información ofrecida en la web del diario sensacionalista alemán 'Bild', que a primera hora aseguraba que, a lo largo de la noche, 'el Káiser' había sido sometido a una segunda intervención en la parte derecha de la cabeza, la zona más afectada. "Solo ha habido una operación, solo una", han insistido los médicos, que han subrayado que el paciente "no habría sobrevivido, habría fallecido en la montaña, de no haber llevado casco".

Schumacher, que tan solo sufrió una fractura de pierna a lo largo de sus 19 años en la F-1, chocó contra una roca, a las 11.07 horas del pasado domingo, cuando esquiaba en la estación de Méribel, en los Alpes franceses. Al parecer, se encontraba en compañía de su hijo Mick, de 14 años, aunque este extremo tampoco se ha confirmado.

Futuro incierto

"No podemos pronunciarnos sobre el futuro de Schumacher", han repetido una y otra vez los especialistas. "El paciente está en coma inducido, con hipotermia, e intentamos evitar la reacción de ese edema". Con caras serias y cierta incomodidad ante las preguntas formuladas por la prensa, han pedido paciencia a los medios de comunicación, que han llenado totalmente la sala de prensa preparada por el hospital.

"El tratamiento al que lo hemos sometido necesita tiempo. No podemos dar indicios sobre si podrá caminar o no por sí mismo. No vamos a hablar de eventualidades o de lo que puede ocurrir en el futuro, pues lo ignoramos todo. Es muy pronto para hacer pronósticos. Se trata de un paciente con heridas y un traumatismo craneoencefálico grave", han añadido.

Hay que darle tiempo

"El objetivo es limitar la presión intracraneal y, por tanto, no podemos predecir su futura evolución", han recalcado los médicos, que han calificado de "correctos" los primeros auxilios llevados a cabo por la asistencia de la estación de esquí francesa en el punto donde se produjo el accidente. "Nada de lo que le está ocurriendo tiene que ver con esa intervención, que cumplió con todos los protocolos", han apostillado.

"El escáner de control posoperatorio ha desvelado lesiones hemorrágicas bilaterales difusas --han precisado--. Hay que hablar de pronóstico vital comprometido y de situación muy seria". Y como punto final de esta primera conferencia (se supone que darán una cada día), una frase pronunciada por uno de los médicos resume la situación crítica que atraviesa el campeonísimo alemán, poseedor de siete títulos mundiales y 91 victorias: "Trabajamos hora a hora, vamos a intentar darle un poco de tiempo".