No le defiende ni su padre

Dorna, organizadora del Mundial, y la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), su socia, sancionan levemente a Valentino Rossi, único rival de Jorge Lorenzo en la lucha por el título de MotoGP, a salir el último por una acción que, según todos los precedentes, merecía ser excluido de la siguiente carrera. El Doctor, por supuesto, le hace la vida imposible a Lorenzo en el seno del team Movistar-Yamaha, además de copiarle cada sábado por la noche su telemetría para mejorar en carrera. Los jefes de su equipo le piden ley del silencio y, tal y como reconoció ayer en La Gazzetta dello Sport, Mario Meregalli: «Estamos muy decepcionados con la actitud de Jorge (Lorenzo) de pedir ser parte de la decisión del TAS porque él no participó en el incidente entre Rossi y Márquez».

Cada día que pasa queda más claro que Jorge Lorenzo, el hombre más veloz de la temporada, el más ganador con seis victorias, el muchacho que, el próximo domingo, puede conquistar su tercer cetro de la categoría reina si gana y Vale es tercero, está más solo que la una, desprotegido y desencantado.

Y, ahora, hasta su familia

Por si le faltaba algo, su padre, Chicho Lorenzo, también se puso del lado de Rossi en un coloquio sobre seguridad en el que participó, el martes, en Inca. «No hubo patada. Diga lo que diga la telemetría de la moto de Marc (Márquez)», comentó el padre del mallorquín. «No me creo a Honda. Simplemente fue un acto reflejo de Rossi. No me creo que Vale tirase a Marc. La acción de Rossi no es merecedora de sanción alguna. Yo castigaría a Márquez por tocar los huevos», señaló. Y, como colofón, acabó diciendo: «Si Rossi gana el décimo título, con 36 años, será una gesta impresionante para el motociclismo».

Es normal, pues, que Lorenzo haya tratado de buscarse la vida en solitario contra los que le restan protagonismo. «El único que puede ser perjudicado por la decisión del TAS, ¡el único!, es Jorge», dice Albert Valera, mánager de Lorenzo. De ahí que, sabiendo que no se le permitiría la presencia física, Lorenzo luchase, el pasado lunes, por aportar información vital para que el TAS, totalmente desconocedor de la historia del motociclismo, pueda decidir si perdona o aplaza el castigo a Rossi de salir último en Cheste.

Un montón de ejemplos

El material aportado por Lorenzo y que, finalmente, el TAS aceptó es una serie de casos, muy similares o idénticos, a la acción de Malasia en la que Rossi tiró a Márquez y que, en su momento, tuvieron sanciones superiores a salir último. Y Lorenzo es tan honrado, que se cita el primero, pues el primer caso que aporta al TAS data del 2005, cuando él corría en 250cc y, en Motegi (Japón), tiró al sanmariense Alex de Angelis y le castigaron sin correr el siguiente GP en Malasia. O cuando Simoncelli, en Le Mans-2011 (que es otro caso que presentó al TAS), tiró a Pedrosa, le rompió la clavícula derecha y fue sancionado en carrera, perdiendo 25 segundos al tener que pasar por el pit-lane, penalizado con un ride through. O cuando en el GP de Malasia de este año, Héctor Barberá tiró a Pol Espargaró en el warm-up y fue sancionado a salir el último de la parrilla. O cuando el checo Karel Hanika tiró a Juanfran Guevara (le rompió la clavícula derecha) en Jérez 2015 y tuvo que tomar la salida desde el pit-lane. Y así un montón de ejemplos en los que sus protagonistas tuvieron sanciones mucho más graves que la que la dirección de carrera impuso a Rossi hace 11 días.