Cesc ficha por el Chelsea ante la dificultad de triunfar en el Barça

Lo que no puede ser, no puede ser y, además, es imposible. Así, crudamente y de forma llana, puede resumirse la trayectoria azulgrana de Cesc Fàbregas que, tres años después de volver al club de sus sueños con la ilusión de triunfar, regresa a Inglaterra, donde se forjó como jugador profesional y estrella de la Premier y donde siempre se ha sentido más valorado que en el Camp Nou. El Barça anunció ayer oficialmente el traspaso del centrocampista de Arenys de Mar al Chelsea, por el que firmará para las próximas cinco temporadas. El club no desveló las cifras de la operación, pero todo apunta a que serán 33 millones (lo avanzó Piqué la semana pasada al tener un desliz en una charla con Del Bosque) más tres millones en variables.

«Es el reto más grande de mi vida. Espero que pueda dar un buen rendimiento y que nadie se arrepienta de mi fichaje», se sinceraba Cesc hace tres años, el día de su presentación (acudieron 35.000 personas al Camp Nou), cerrando por fin el fichaje de nunca acabar por la negativa del Arsenal a dejar ir su jugador franquicia y capitán. Al final, 34 millones más 6 en variables doblegaron la tozudez de Arsène Wenger.

Cesc, que ayer ya se fotografió con la camiseta del Chelsea, donde también lucirá el 4, se despidió de los seguidores del Barça a través de una carta. «Me gustaría dar las gracias a todos en el FC Barcelona, en el que he disfrutado de tres años maravillosos. Ha sido mi club de la infancia y siempre me sentiré orgulloso y honrado de haber tenido la oportunidad de jugar en este gran equipo», afirmaba Fàbregas.

El ya exazulgrana regresa a Londres, pero no al destino que parecía más natural. «Todos sabéis que el Arsenal fue el primero en tener la opción de ficharme. Decidió no hacerlo, así que el destino no ha cruzado nuestros caminos de nuevo», justificó el jugador, que valoró lo que se encontrará en Stamford Bridge: «El Chelsea tienen una increíble plantilla y un entrenador extraordinario», añadía en referencia a Mourinho, para finalizar: «Para mí era fundamental que el traspaso se realizara antes del inicio del Mundial para estar centrado en ayudar a mi país a ganar la Copa del Mundo».

UBICACIÓN IMPOSIBLE / Fàbregas dejó el Barça a los 16 años y regresó con 24. Rubricó un contrato por cinco años, de los que solo ha cumplido tres, e incluso renunció a cinco millones para facilitar el fichaje. Pero su buena predisposición chocó con el dibujo táctico y la dificultad de encontrarle la posición más idónea. Ante la imposibilidad de apartar a Messi como falso nueve, la entrada de Cesc obligaba a desplazar a Iniesta, desequilibrando el centro del campo.

Ni Pep Guardiola ni Tito Vilanova ni Tata Martino lograron consolidarlo en el once titular, por más que lo intentaron, sobre todo el argentino, esta última temporada, con el que empezó de inicio más partidos (43) y con el que jugó más minutos, 3.757 (3.314, con Guardiola; 3.336, con Tito), siendo el tercer jugador más usado de la plantilla tras Busquets y Mascherano.

Pitado por el Camp Nou y señalado como uno de los culpables de los males del equipo, Cesc entendió que era la hora de regresar a su otro hogar, donde le esperan encantados.