TRANSFORMACIÓN DE UN GRAN EJE MAR-MONTAÑA DE bARCELONA

La reforma de Balmes empieza también entre Aragó y Gran Via

Preparativos de la restricción de tráfico en el tramo de Balmes, ayer.

Preparativos de la restricción de tráfico en el tramo de Balmes, ayer.

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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Comienzan las obras para ampliar las aceras y el espacio de los peatones, y para renovar los servicios urbanos de un nuevo tramo de 420 metros de la calle de Balmes, el gran eje mar-montaña de Barcelona. Desde la madrugada de este lunes el ayuntamiento restringe para ello la circulación a tres carriles entre Aragó y Gran Via. Es el inicio de unos trabajos que en diversas fases se alargarán hasta final de año y que costarán 1,9 millones. El proyecto se incluye en el llamado plan de mejora integral que contempla hasta el 2015 la renovación de 65 calles y 13 parques de todos los distritos.

La reforma de este sector de Balmes se suma a la que ya está en marcha desde noviembre con iguales características en los 870 metros que van de la plaza de Molina a la Diagonal, pero con un gasto sensiblemente superior, 4,7 millones. El sector de la calle ubicado entre la Diagonal y Aragó, otros 950 metros, ya fue reformado en marzo del 2010. Para completar la transformación de la arteria quedará el último kilómetro que separa la plaza de Molina de la de Joaquim Folguera, unas obras que se abordarán en el 2015.

DOS METROS MÁS / Los trabajos que se han iniciado esta pasada noche duplicarán el espacio para los viandantes ampliando las aceras de 2,5 a 4,6 metros. Para que ello sea posible se suprimirá uno de los carriles de circulación con lo que Balmes pasará de cuatro de tráfico general más uno para bus y taxi a tres más uno. En la primera fase que ha empezado, las obras restringirán el tráfico ocupando, ya desde la calle de València, el carril del lado Besòs. Hasta marzo, cuando se iniciarán sucesivamente las siguientes fases, se mantendrán los tres carriles del lado Llobregat.

La nueva urbanización incluye renovar también el pavimento tanto de la calzada como de las aceras, la instalación de alumbrado con leds, la mejora de las canalizaciones de servicios, la colocación de fibra óptica, la plantación de árboles con riego automático y el cambio de colectores, desagües, señalización y mobiliario urbano.

Las obras en el tramo norte de esta calle, que registra una intensidad media diaria de 30.000 a 36.000 vehículos, empezaron hace tres meses entre la plaza de Molina y la calle de Laforja. En el mes de enero recién acabado llegaron a la Travessera de Gràcia y en la próxima primavera deben alcanzar la Diagonal. El principal objetivo de los proyectos es dejar atrás las angostas aceras llenas de motos, contenedores y señales.