BC se ve obligada a retirar el debate del presupuesto

Como ya ocurrió hace un par de semanas con las ordenanzas fiscales, el gobierno de Ada Colau tuvo que retirar ayer del orden del día el debate del presupuesto del 2016 por falta de apoyos. Una vez más, las negociaciones entre Barcelona en Comú (BC) y los grupos municipales susceptibles de votar con ella -léase ERC y PSC- llegaron hasta la misma puerta de la comisión. Pero fueron insuficientes para alcanzar un acuerdo, así que la comisión de Economía y Hacienda no pudo tratar el asunto y darle trámite para que se viera en el pleno de diciembre.

El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, había presentado su propuesta el viernes pasado. Aseguró que hacía días que el diálogo con los grupos fluía. Con todos, recordó, excepto con CiU y PP, que desde el primer momento advirtieron de que no eran los números que querían para la ciudad. Antes de la comisión, republicanos y socialistas avisaron a BC de que no avalarían el proyecto a la espera de negociar mejoras. La CUP sí daba su apoyo pero sus tres concejales eran insuficientes.

CALENDARIO ABIERTO

«Seguiremos negociando», reveló Pisarello tras conocerse la retirada del punto del orden del día. Pidió «paciencia» por la inminencia electoral del 20 de diciembre, que complica alcanzar acuerdos con la oposición. «El calendario está abierto», interpretó, aunque se mostró pesimista sobre la posibilidad de que esta suma de votos se logre antes de acabar el año.

Fuera para liberarse de la presión o porque realmente el teniente de alcalde ve lejos el sí de ERC y PSC, en lo que sí quiso insistir es en que este retraso demora las inversiones en los barrios más castigados. No obstante, el presupuesto se puede aprobar en enero, febrero o directamente prorrogarlo como le había pasado a CiU en el pasado.

FALTA DE MODELO

Justamente este grupo, el principal de la oposición, se quejó de la «falta de modelo» del gobierno, según Sònia Recasens, que vaticinó esa prórroga. Carina Mejías (Ciutadans) se quejó de la «improvisación» del gobierno de Colau mientras que Montserrat Ballarín (PSC) lamentó que los 500 folios del proyecto de presupuesto les hubieran llegado solo 48 horas antes de la comisión. Alfred Bosch (ERC) vio la retirada como una oportunidad para mejorarlos.