POLÉMICA POR UN EQUIPAMIENTO DEL EIXAMPLE

El edificio de la discordia

El reivindicado edificio de Transformadors, el viernes por la tarde.

El reivindicado edificio de Transformadors, el viernes por la tarde.

SERGIO DELGADO / BARCELONA

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El símbolo anarquista cuelga de lo alto del edificio abandonado, en el 60 de la calle de Ausiàs March; finca que tiene un nombre bien visible y conocido por los vecinos del Fort Pienc: Transformadors.

El espacio fue un revolucionario espacio de creación juvenil que marcó a toda una generación a finales de los 80, de titularidad municipal pero que lleva cerrado desde hace años. Ahora ha pasado a ser okupado por un colectivo que se define como anarquista y que dice pretender crear un centro social "con voluntad de establecer lazos en el barrio y volver a dar vida al espacio", según detallan en un comunicado, en el que cuentan que durante los próximos días estarán  "limpiando y organizando el local para poder comenzar a darle uso lo más pronto posible".

Fue el jueves por la tarde cuando se produjo la okupación de la antigua sede del Consell de la Joventut de Barcelona (su último uso antes de quedar abandonado). El edificio, teóricamente, se tenía que convertir en el Espacio Joven del Eixample, como recoge el plan de equipamientos juveniles 2008-2015, y tal y como reclamaban desde hace años las asociaciones juveniles del barrio.

Charlas, actuaciones, comedores populares, cines o una biblioteca son los proyectos que los okupas tienen pensado llevar a cabo en el edificio. "Sacaremos adelante un centro social abierto y asambleario al margen de instituciones y partidos; -explican- queremos conocer las propuestas y necesidades de los vecinos de nuestro entorno para colaborar allí donde sea posible".

Exigim Espais, plataforma que aglutina varias entidades juveniles del barrio, se desvincula de la okupación y se muestra "sorprendida por cómo se ha llevado a cabo". "No han tenido en cuenta que la apertura de Transformadors es una reivindicación histórica del barrio. Una campaña con seis entidades y colectivos está demandando desde hace tiempo la gestión comunitaria del espacio", detallan. Y es que Exigim Espais ya tenía organizada para esta tarde unas jornadas frente al edificio con el lema: Transformemos el barrio, exijamos espacios!, donde pretendían debatir con todo aquel que se acerque las propuestas que se pongan "en común".

Dos acciones diferentes que coinciden en el tiempo y que no parecen estar coordinadas. Desde el Consell de la Joventut de Barcelona, consideran que el trabajo hecho durante los dos últimos años por Exigim Espais "coge ahora más fuerza que nunca". Además apoyan la voluntad de la campaña de dialogar con el nuevo consistorio barcelonés para que "se haga efectiva esta reivindicación histórica". Pretenden conseguir así, "el barrio, el distrito y la ciudad que los jóvenes demandan".

LA HISTORIA

El centro fue creado por el ayuntamiento de Pasqual Maragall a mediados de los años 80 y se convirtió en un referente en el mundo de los fanzines y la música moderna. Programaba conciertos de punk, pop, rockabilly actuaciones de grupos como L'Odi Social. Un espacio único que se acabó cuando el ayuntamiento empezó a cortar las alas que él mismo había dado a los jóvenes. El ayuntamiento de Xavier Trias preveía haberlo derribado el pasado mes de enero. Allí sigue.