Críticas de patinadores al 'skate park' provisional de la Barceloneta

Como los manteros, los 'skaters' de la ciudad saben bien qué es ser un colectivo perseguido. Comparten páginas en una misma ordenanza municipal, la del civismo, en la que se enumeran las actividades que no están permitidas en las calles de Barcelona. Quizá sea por eso que algunas voces del heterogéneo colectivo se han mostrado críticas con la instalación provisional montada de forma precipitada este viernes en el paseo de Joan de Borbó para erradicar el mercadillo del 'top manta' tras la presión de los comerciantes y entidades vecinales de la zona. 

Por la tarde, la pista ya se ha completado, abriendo un nuevo uso para el paseo, bajo la lupa de vecinos y ayuntamiento, pero con poca afluencia de usuarios por la premura del estreno.

"Es solo un apaño. Se trata de algo provisional. Nos ponen el caramelo en la boca y después nos lo quitan", apunta un patinador en referencia a lo codiciado de la ubicación. El paseo marítimo era ya un punto de encuentro de patinadores, aunque se centraban en un tramo con escaleras para saltos. Ahora lo será, por un tiempo, como mínimo, de forma legal. 

ESENCIA FURTIVA

Otro, en la misma línea, añade que no les sacarán de las calles porque les pongan una instalación de forma improvisada. "Lo que nos gusta del 'skate' es hacerlo de forma furtiva. Esa es la esencia", señala.

El principal problema que el colectivo ve a los 'skate parks' oficiales es que no suelen estar diseñados por patinadores, con lo que no cumplen con sus expectativas ni necesidades.