Boqueria con manteles

La ubicación no podría ser más céntrica, rentable y atractiva. Las posibilidades de negocio y actividad... infinitas. Pero la cruda realidad es que los porches que rodean el mercado de laBoqueriaaún están grabados en muchas retinas como el espacio degradado que hace cuatro veranos se hizo tristemente célebre por las estampas nocturnas de prostitutas en plena acción con turistas con los pantalones bajados. Una imagen que primero se quiso atajar echando el pestillo nocturno a este perímetro, y que ahora se quiere dinamitar para siempre reinventando el espacio comogran área de degustación. No será una mera sucesión de barras, alertan desde el mercado más visitado y fotografiado de la ciudad. Será, a corto plazo, un recorrido de sabores para profundizar en tipos de alimentos y cocinas, de la mano de algunos profesionales de primer orden. La cuenta atrás ha empezado.

La renovación de este espectacular espacio porticado de la plaza de Sant Josep, que envuelve el trajín diario del mercado de la Boqueria, viene avalada por la imprescindible alianza de los comerciantes y del ayuntamiento. Muchos meses de diálogo empezarán a dar fruto a partir de septiembre, cuando comience el trabajo de campo. En esencia, el plan para los nuevos porches se basa en rehabilitar el espacio, en trasladar la actividad de locales que ejercen de almacén y pasan el día con la persiana bajada y en depurar la concesión de licencias para soldar una red de establecimientos ligados a la gastronomía. Algo así como una ágora culinaria, con vinculaciones con el Aula Gastronómica que ya posee el mercado, aunque poco visible.

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