El arte de enseñar

Hace dos años, cuando empezó, los profesores salían a la plaza de los Àngels para convencer a los alumnos de que entraran. Ahora casi ni uno hace novillos. El proyectoXamfrà, unos talleres de artes escénicas que se imparten en el Raval, no solo es aplaudido por los alumnos, sino también por el ayuntamiento, que le ha concedido un Premio Ciutat de Barcelona. Esta tarde recogerán el galardón Maria Dolors Bonal, su sobrina Ester Bonal y Àngels Roger, artífices de la iniciativa.

La más veterana, Maria Dolors Bonal, destaca la vertiente integradora de estos cursos que, a falta de local, se imparten en el IES Miquel Tarradell. Pero son los chicos quienes mejor pueden decir si se cumplen los principales objetivos por los que nacieron los talleres, la integración y el refuerzo de la autoestima. Maribel, una niña de Guinea Ecuatorial de 14 años, dice que sí. Que en clase de percusión, donde aprende tambor, hay buen ambiente. Y no solo eso."Cuando hablo con mis amigos de Guinea no se creen que lo toque, porque allí solo lo hacen los chicos", contaba orgullosa el pasado jueves.

Al oírla, y verla en clase, nadie diría que esta extravertida muchacha no quería salir de casa hace dos años, cuando llegó a Barcelona."Lo pasé fatal. No conocía a nadie y no soportaba a la gente",confesaba. Ahora lo lleva mejor, pero aunque su madre crea que aquí tiene un presente y un futuro mejor, ella está convencida de que los afortunados son los que pueden quedarse en sus países de origen.

"Mis amigos tienen suerte, aunque ellos digan que soy yo quien la tiene. Cuando voy a visitarles me piden que les lleve cosas, como móviles, y no puedo. Piensan que aquí tenemos de todo. No es verdad. No tenemos nada",dijo antes de entrar de nuevo en un aula donde recupera enseguida la sonrisa.

La pretensión no es buscar talentos, pero ya los hay que sienten pasión por la música. Christian, del sur de la India, es uno de ellos."Quiero ser profesor de percusión",aseguró este compañero de Maribel, también de 14 años."Lo mejor --añadió-- es que no es obligatorio venir y por eso siempre hay buen rollo".

Esa opción es básica a la hora de aprender, según las educadoras."Si el niño es capaz de someterse a una disciplina voluntariamente y se encuentra bien lo tienes todo ganado", dice Maria Dolors Bonal.

Desde que empezóXamfràse ha triplicado el número de alumnos. Ahora son casi 90. La pretensión, explica Ester Bonal, es ampliarlo,"pero no morir de éxito".Por eso, y con el aval del premio que recogerá hoy, cuenta que seguirán dando guerra hasta conseguir local. A pesar de que el director del Miquel Tarradell, Albert Grau, está encantado de tenerles como okupas.