EL PELIGRO DEL RIVAL AZULGRANA

Inui, la exótica sonrisa del Eibar

El futbolista japonés amortiza su coste récord con un desparpajo futbolístico y personal pese a una compleja adaptación

El centrocampista japonés del Eibar Takashi Inui trata de superar la salida del portero Javi Varas, de la UD Las Palmas.

El centrocampista japonés del Eibar Takashi Inui trata de superar la salida del portero Javi Varas, de la UD Las Palmas. / periodico

IGOR SANTAMARÍA / BILBAO

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“El japonés es un crack: no hace ni dice nada, solo se ríe. ¿Si juega bien? ¡Claro! El Eibar únicamente ficha cracks”, comenta con sorna Keko, compañero de Takashi Inui (Ōmihachiman, Prefectura de Shiga, Japón, 4 de junio de 1988), alias ‘Unai’ para la afición armera por aquello de la dicción, el fichaje más caro en la historia del club de Ipurua, procedente del Eintracht por 300.000 euros, hasta que el pasado enero se firmó por 2 millones a Kike García desde el Middlesbrough, si bien éste se pasará el curso en blanco al formalizarse su inscripción de forma rocambolesca un minuto fuera de plazo.

El nipón, el octavo¿samurái’ que disfruta de la Liga tras Zaiden, Shöji Jö, Nishizawa, Okubo, Nakamura, Ienaga y Havenaar –que apenas se mantuvieron dos años en España–, prontó desató las primeras interrogantes por su origen y desembolso y con ellas la expectación. De hecho, el míster, José Luis Mendilibar, nada sabía de él más allá de la recomendación que le hizo su ayudante, Iñaki Bea, que había jugado en Alemania, y del visto bueno del director deportivo, Fran Garagarza, que sí disponía de informes de 'Taka’.

TRADUCTOR PERSONAL

El precio no era peccata minuta cuando un año antes se había pagado cinco veces menos por Dani Nieto, pero las dudas residían en su aclimatación dado que el chico solo hablaba japonés y alemán y hubo que buscarle un traductor, Atsu, un entrenador del fútbol japonés a quien las cosas de la vida le llevaron a Euskadi tiempo atrás. 

Inui se recuerda con el balón entre los pies con seis años, en el Saison FC natal, donde permaneció hasta que avanzó en sus estudios y en 2004 se matriculó en el Shiga Yasu High School, se inscribió en el equipo del instituto y se alzó con el trofeo del All Japan High School Soccer Tournament (una competición organizada anualmente por la Asociación Japonesa de Fútbol y la televisión pública nipona). Allí,  gracias al desparpajo con el esférico, velocidad y dribling por las bandas, consiguió uno de sus primeros logros como profesional: la convocatoria en 2006 con la Japan U23, uno de los combinados juveniles nacionales que reúne a los mejores futbolistas del país de entre 18 y 23 años. 

BOCHUM, PRIMER DESTINO EN EUROPA

Su carrera emergió como una isla volcánica recalando en el laureado Yokohama Marinos con 19 años, donde no cuajó y tuvo que dar un paso atrás, al Cerezo Osaka de Segunda División, donde se erigió en el artífice del ascenso merced a sus 21 goles en 47 partidos. Salto de calidad que le condujo a la selección absoluta, con la que debutó en la Copa Asiática ante Yemen.

Decidido a hacer las maletas rumbo al continente europeo como hicieron Kagawa (Manchester United), Nagamoto (Inter de Milán), Miyaichi (Arsenal) o Usami (Bayern Múnich), entre otros, tras cuatro temporadas en el conjunto de Osaka fue traspasado al Bochum de la Segunda alemana por 500.000 euros, y del conjunto del norte de Westfalia al Frankfurt por 1,4 millones. Verticalidad, desborde y asistencias fueron las cualidades que provocaron que Bea se quedara prendado tras unos cuantos viajes.

LEJOS DE SU FAMILIA

“Es un chaval muy listo, lo coge todo a la primera”, se felicita Mendilibar. El club le buscó un piso céntrico en Eibar, repleto de papelitos donde apunta todo lo que debe aprender y donde reside solo, ya que tanto su mujer como su hijo Koki viven en Japón, porque quieren educar allí a su pequeño, aunque le visitan cada mes y medio.

Entre tanto, cura su añoranza desgustando comida de su país, para lo que ha contratado a un cocinero japonés, si bien el tiempo libre lo dedica a disfrutar de los placeres gastronómicos vascos, navegar por internet e hincar codos con el castellano. Desde luego, se ha hecho querer en el vestuario. “Le dices, 'Taka', qué tonto eres, y se ríe el tío”, apuntan. También en la calle, donde agradece la cercanía que no sentía entre la rigidez germana.

INIESTA, EL ÍDOLO

En el campo, Inui, que tiene como ídolo a Iniesta y que en la primera vuelta admitió haber visto el Camp Nou “solo por televisión”, fue ganado protagonismo progresivamente hasta adelantar a Saúl Berjón en la pelea por ocupar el extremo izquierdo, mientras en la grada la hinchada ya le tiene en un pedestal, tan grande como la notable atracción mediática en su país. Cada vez son más los medios japoneses que se acreditan para los partidos en Ipurua. “No le fichamos para hacer márketing, sino porque es buen futbolista, pero nos viene muy bien esa proyección internacional”, reconoce el presidente, Álex Aranzabal. Eibar luce una exótica sonrisa.