La FIBA y la Euroliga negocian el futuro del baloncesto europeo

El control de la Copa de Europa y las ventanas para las selecciones a partir del 2017 centran la reunión de los dos organismos

Patrick Baumann.

Patrick Baumann. / periodico

LUIS MENDIOLA / BARCELONA

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La FIBA recibirá en su sede de Ginebra a una delegación de la Euroliga para tratar el futuro del bancesto europeo y, en concreto, el control de la máxima competición europea y también el calendario a partir de noviembre  del 2017, cuando la FIBA tiene previsto que empiecen a disputarse partidos de selecciones entre semana, dos aspectos que enfrentan a la federación internacional y a los responsables de los clubs.

Jordi Bertomeu encabezará la delegación de la Euroliga que contará con representantes del Madrid, Maccabi, Olympiacos y Fenerbahçe. Por parte de la FIBA estarán su secretario general, el suizo Patrick Baumann, el presidente de FIBA Europa, Turgay Demirel, y también el presidente de la Federación Española, José Luis Sáez, miembro del comité ejecutivo.

Control de la Copa de Europa

La FIBA quiere recuperar el control de la máxima competición de clubs, que perdió a favor de la Euroliga a partir de la temporada 2000-2001, con el argumento de que se ha producido un estancamientodeportivo. Decididos a llevar adelante su proyecto, este pasado verano se reunieron con los responsables de ocho de los clubs más potentes del continente para explicarles su propuesta, entre ellos Madrid y Barcelona.

La propuesta era una competición de 16 clubs, a doble vuelta, que mantenía la ‘final four’ para decidir el título, con ocho equipos fijos (Madrid, Barcelona, Olympiacos, Panathinaikos, CSKA, Anadolu Efes y Fenerbahçe)  y cerca de 30 millones de euros en premios para repartir, garantizados por un fondo de inversión.

Los clubs que cuentan actualmente con una Licencia A en la Euroliga rechazaron la propuesta de la FIBA a través de una carta el pasado mes de julio y se mantienen en la misma posición respecto a la propuesta de la federación internacional si eso supone perder el control de la competición, un aspecto que no están dispuestos a ceder.

Partidos de selecciones

El otro punto confictivo llega con la reforma del calendario aprobado por la FIBA hace ya tres temporadas y que entrará en vigor a partir del 2017. El nuevo calendario supone la creación de seis ventanas clasificatorias entre el 2017 y el 2019 para que las selecciones disputen partidos de clasificación para el Mundial que se disputarían entre semana, paralizando las competiciones de clubs.

La NBA ya anunció que no cederá a sus jugadores durante la disputa de su campeonato y la Euroliga mantiene la misma postura.