EL AÑO DE UNA ARTISTA TAN SUTIL COMO PRECIOSISTA

El vuelo de Alondra

La cantautora Alondra Bentley ha publicado dos discos y compuesto una banda sonora

NÚRIA MARTORELL / Barcelona

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Hay muchos que aún creen que Alondra Bentley es su seudónimo. Pero no. Esta cantante nacida en Lancaster, Inglaterra (aunque con 4 años se trasladó a Murcia con su familia), hizo sus primeros pinitos con un curioso nombre artístico, Ladybird. Pero pronto se dio cuenta de que "ninguno podía mejorar al auténtico". Canta en inglés (su lengua materna) y en lo que va de año ha publicado dos discos y grabado una banda sonora. ¿Este es el año de Alondra Bentley? "Ojalá -suspira-. La verdad es que me están pasando muchas cosas. Y desde mi primer disco, que saqué en el 2009, se me han juntado muchos proyectos". El sábado 3 de noviembre repasa su inspirado y preciosista repertorio en La [2] de Apolo.

Su compacto más reciente, 'The garden room' (Gran Derby Records), producido por Josh Rouse, es una auténtica delicia. "Un disco casi conceptual, sin ser buscado, porque de sus 10 canciones, ocho hablan de mi familia. En la contraportada sale la foto de mi abuela Rosa. Y dentro hay hasta un archivo de mis antepasados, algunos del siglo XIX", añade, extendiendo el póster en el que las imágenes comparten espacio con las letras de sus piezas. ¿Y qué le ha llevado a escribir tanto de su familia? "Es un poco raro, ¿no? Pero no lo he hecho a propósito. Fue cuando junté las canciones que vi que era un álbum muy familiar. Será por lo peculiar que es mi familia. Y por lo raras que son nuestras relaciones, aunque todas tienen lo suyo, ¿verdad? Resulta que al final he contado un montón de cosas", ríe. ¿Y qué tal ha sentado en casa? "Muy bien -responde-. ¡Están encantados!"

Con la misma discográfica, Bentley, que escribió su primera canción con 17 años ('Please'), ha editado 'Sings for children, It's holidays!', fruto de sus experiencias como "cuentacuentos en una tienda de libros, profesora de inglés" y de los recitales que ofrece para el público infantil. Y está también eufórica con su incursión en el cine. El 9 de noviembre se estrenará la película 'Buscando a Eimish', en la que ella firma la banda sonora. "En un pequeño festival de San Sebastián, llamado Picnic, toqué en la ceremonia de clausura. La ganadora al mejor corto, Ana Rodríguez, se me acercó, me dijo que era justo lo que andaba buscando y me lo propuso. Así que una vez que la rodó, fui componiendo ajustándome a las imágenes". El filme retrata, dice, "la historia de un chico (Óscar Jaenada) que va en busca de una chica por Alemania e Italia. Pero mejor no contar más para no estropearla".

Ambiente artístico familiar

A Bentley la comparan hasta la saciedad con Russian Red y Annie B. Sweet. "Y no me molesta, pero no lo entiendo. Será porque en poco tiempo han coincidido varios proyectos y es normal que los medios los agrupen". Ella creció en un "ambiente muy musical y artístico". Su padre tocó en varios grupos, publicó varios sencillos, y su madre hacía teatro y tocaba el arpa. "Mis hermanas estudiaron piano y música, pero yo no". Sin embargo, ella es la única que se dedica profesionalmente. Aunque admite que no puede vivir solo de la música. La cantante se muestra indignada con la subida del IVA. "Este país esta cavando su tumba. Seguir programando conciertos es kamikaze, pero como somos cabezotas y creemos en esto, aquí estamos".