ORÍGENES DE LAS ESTRELLAS GALAS

La Madeleine, el barrio de Normandía donde despuntaron Dembélé y Upamecano

El delantero del Barça, el defensor del Bayern y el portero Steve Mandanda empezaron a jugar en el mismo club de Évreux

Como ya sucedió con las selecciones de 1998 y 2018, la Francia finalista destaca por la presencia de jugadores con orígenes extranjeros y muy modestos

Dembélé (en el centro), en uno de sus primeros equipos en el barrio de La Madeleine de Évreux (Francia).

Dembélé (en el centro), en uno de sus primeros equipos en el barrio de La Madeleine de Évreux (Francia). / @GBadoche

Enric Bonet

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"Cuando era un niño, Dembélé ya era un jugador de otro planeta". Ishiam Nadon, de 23 años, todavía recuerda las tardes en el barrio de La Madeleine en Évreux (noroeste de Francia) en que el actual delantero del Barça dejaba en evidencia a todos sus vecinos sobre un terreno de fútbol improvisado.

Hace más de diez años que Ousmane Dembélé se fue de su vecindario de infancia para formar parte del centro de formación del equipo de Rennes, pero hablando con los vecinos de este distrito muy modesto, con unos 10.000 habitantes y un ingreso medio de poco más de 1.000 euros, uno tiene la sensación que aún sigue presente el fantasma de ese niño que "siempre llevaba un balón de fútbol".

Eran las cinco de la tarde del viernes, menos de 48 horas antes del inicio de la final del Mundial de Catar. Una ligera niebla cubría el cielo de este barrio formado básicamente por bloques de viviendas sociales. Los vendedores del mercadillo de La Madeleine empezaban a recoger sus puestos de venta. A Nadon, que vende mantas y fundas nórdicas, no le importó detenerse unos minutos para evocar a esos vecinos de infancia que ahora forman parte de la élite del deporte rey. 

Una imagen el barrio de La Madeleine en Évreux (Francia) donde se crió Dembélé.

Una imagen el barrio de La Madeleine en Évreux (Francia) donde se crió Dembélé. / .

"Dembélé era alguien que siempre estaba jugando al fútbol. Incluso si estaba solo, tenía un balón con él y jugaba por su cuenta", recuerda este joven vendedor. "Para nosotros, resulta un orgullo que haya hasta tres jugadores de nuestro barrio en la selección", que disputa la Copa del Mundo de Catar, añade Nadon, refiriéndose a Dembélé, 25 años, pero también a Dayot Upamecano, 24 años, central del Bayern de Múnich, y Steve Mandanda, 37 años, portero del Stade rennais. 

"Era impresionante"

Évreux es una de las localidades que aporta un mayor número de jugadores a los bleus. Situada a unos 100 kilómetros al oeste de París y ubicada en la región de Normandía, esta localidad, de unos 50.000 habitantes, representa de manera bastante fidedigna la llamada "Francia periférica", según el término, tan mediático como inexacto, del geógrafo Christophe Guilluy que designa aquellos territorios periurbanos y rurales que sufren cierto declive económico.

Curiosamente, decenas de millones de franceses tendrán puestas parte de sus esperanzas este domingo en tres futbolistas, sobre todo en Dembélé y Upamecano que apuntan a titulares, que crecieron y empezaron a despuntar en un barrio periférico de una ciudad periférica.

Vincent Mendy, uno de los entrenadores de Dembélé en sus inicios en Francia.

Vincent Mendy, uno de los entrenadores de Dembélé en sus inicios en Francia. / .

El club Evreux FC 27 (antaño llamado ALM Evreux), cuyo estadio se encuentra en este barrio, contribuyó en el éxito de estos jóvenes. "Somos el equipo amateur con una mayor representación en la selección, sin duda, se trata de un gran reconocimiento para nuestro trabajo", asegura Romaric Bultel, actual entrenador del equipo sénior del Évreux FC, que juega en Nationale 2 (el equivalente en España de la Segunda RFEF). 

"Cuando tenía 12 años, lo hacíamos jugar con niños de 14 o 15 años. Técnicamente estaba muy por encima del resto. Era impresionante. Eran un niño bromista, tímido y un poco despistado"

— Romaric Bultel, exentrenador de Dembélé

Bultel fue el último entrenador de Dembélé en las categorías inferiores de este club, donde empezó a jugar con seis años. "Cuando tenía 12 años, lo hacíamos jugar con niños de 14 o 15 años. Técnicamente estaba muy por encima del resto. Era impresionante", afirma Bultel, sobre un Ousmane al que recuerdan como un "niño bromista, tímido y un poco despistado". "Aunque vivía justo al lado del estadio, algunas veces llegaba tarde a los entrenamientos", recuerda con una sonrisa en los labios Vincent Mendy, de 37 años, quien entrenó a Upamecano y Moustapha Diatta —el mejor amigo de Dembélé y uno de los asesores en su carrera—.

De vecinos a finalistas del Mundial

"Desde que era muy pequeño, Ousmane no sabía si era diestro o zurdo, ya que cuando disparaba el balón lo hacía con la misma potencia con ambas piernas", declara Hazim, quien destaca que "desde muy pequeño ya quería triunfar en el Barça, porque lo consideraba el mejor equipo del mundo". Este amigo de infancia de Démbéle y Upamecano todavía recuerda los partidillos que organizaban en las calles de La Madeleine, donde utilizaban los árboles como palos de las porterías. 

"Desde que era muy pequeño, Ousmane no sabía si era diestro o zurdo, ya que cuando disparaba el balón lo hacía con la misma potencia en ambas piernas", dice uno de sus amigos de la infancia

Pocos años después de haber nacido en Vernon, Ousmane y sus tres hermanos se fueron a vivir a Évreux junto con su madre divorciada Fatimata, oriunda de Mauritania. Enfrente del bloque de viviendas sociales de color gris y un tejado rojizo donde residían los Dembéle, vivía en otro bloque muy parecido su amigo Upamecano. Ambos se convirtieron en este Mundial en dos de las principales novedades del once de Deschamps respecto a la Francia campeona en 2018.

Dembélé controla el balón en una acción del partido ante Polonia en los octavos de final del Mundial de Qatar

Dembélé controla el balón en una acción del partido ante Polonia en los octavos de final del Mundial de Qatar / .

"Mientras Ousmane disponía de un talento enorme que le permitió ir superando una etapa tras otra, Upamecano era un currante. Desde muy joven, Dayot me dijo que él quería convertirse en un futbolista profesional para ayudar a su madre a progresar", explica Mendy, quien mantiene una buena relación con el defensor del Bayern.

Los orígenes modestos de los “bleus”

"La Madeleine es un barrio muy modesto y buena parte de su población es hija de inmigrantes. Muchos de sus jóvenes sueñan con convertirse en futbolistas, ya que adoran el fútbol, pero también porque esto les serviría para salir de la miseria”, añade este entrenador del Évreux FC 27. 

Dembélé, en rueda de prensa

Dembélé, en rueda de prensa / .

Este barrio no se trata de un caso aislado, sino representativo de los orígenes modestos de buena parte de los integrantes del equipo de Deschamps. Mbappé, Saliba, Kolo Muani, Disasi, Coman… Es larga la lista de mundialistas que empezaron a jugar en clubs de la "banlieue" de París, mientras que Koundé o Tchouaméni empezaron a despuntar en la periferia de Burdeos.

"En estos barrios populares, se suele jugar al fútbol todo el tiempo, ya sea en la calle como en los campos de entrenamiento. Es allí donde hay el mayor vivero de jugadores y de educadores futbolísticos”, explica Yves Gergaud, responsable de ojeadores del París FC, el segundo equipo de la capital francesa.

"Francia se encuentra en el mismo nivel de Brasil, o incluso lo ha superado, en su capacidad de producir talento futbolístico", destaca. Y eso explica, en parte, que los bleus hayan logrado clasificarse para cuatro finales de los últimos siete mundiales. Sin duda, la gran potencia futbolística de estas primeras décadas del siglo XXI.

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