Y Scaloni se puso a llorar

Acabó llorando Scaloni, el entrenador que ha reconciliado a Messi con su país llevando ambos a la albiceleste a la final del Mundial tras tumbar a Croacia (3-0). Acabó envuelto en lágrimas el técnico, mientras sus jugadores se quedaban sin palabras para definir al marciano que paseó anoche por Doha, disfrazado de Maradona. "No se puede creer este hermoso viaje que estamos haciendo", confesó Dibu Martínez, el portero que disfrutó, tal vez, del partido más plácido del torneo. "Después de perder ante Arabia Saudí se nos hizo todo en contra", confesó el meta.

"Festejamos porque es algo muy emocionante, pero todavía queda un paso. Es un momento para disfrutar, pero ya tenemos que pensar en lo que viene", aseguró Scaloni, sacudido todavía por la emoción de una semifinal que jamás olvidará.

"Festejamos porque es algo muy emocionante, pero todavía queda un paso. Es un momento para disfrutar, pero ya tenemos que pensar en lo que viene"

— Scaloni, seleccionador de Argentina

"Creo que hemos jugado partidos mejores que este. El rival hace que se agigante la victoria y el contexto, también. Jugar contra este equipo no es fácil, por algo es el actual subcampeón del mundo", ha precisado Scaloni.

 "Aún no lo creo, vamos a jugar una final de una Copa del Mundo", subrayó asombrado Rodrigo de Paul, entregado como todos a las genialidades sin fin del ‘10’. "Él no te deja de sorprender, es amigo mío, lo quiero un montón y ahora que lo disfrute", aseguró el centrocampista del Atlético.

"Muchos entrenadores dicen que Messi no corre y que se queda ahí", comentó el Dibu Martínez en clara referencia hacia Van Gaal, el seleccionador neerlandés, a quie no citó en ningún momento. "Pero cuando la agarra siempre hace la diferencia y es una ventaja para nosotros tenerlo al lado", añadió.

De final en final

Argentina empezó perdiendo ante Arabia Saudí. Y a partir de ahí entró en un territorio pantanoso que le pudo enviar a casa. Pero está ya en la final. «Venimos jugando finales desde el partido contra México porque si perdíamos sabíamos que nos ibamos para casa». Y de final en final, la selección de un emocionado Scaloni peleará el domingo en Doha por coser la tercera estrella de campeona del mundo en su pecho tras 36 años de sequía. "¡Qué venga cualquier rival, que venga cualquiera!", dijo el Dibu.