Consejos prácticos

El motivo por el que cada vez más gente echa pasta de dientes en los retrovisores del coche

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¿Qué espejos retrovisores son obligatorios para cada tipo de vehículo?

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B. C. Z.

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Pasta de dientes y espejos retrovisores. Aunque parecen dos objetos muy alejados el uno del otro, un truco que circula por internet ha conseguido unirlos.

Uno de los mayores engorros a la hora de conducir, especialmente para aparcar, es cuando los retrovisores están llenos de gotas de lluvia. El agua impide la visibilidad y si no se dispone de espejos calefactados, puede hacer casi imposibles las maniobras de estacionamiento, lo que en ocasiones obliga a tener que bajarse del coche y para tratar de secar el espejos con un trapo.

Pero esto se acaba si utilizamos dentífrico. Tal y como circula en un vídeo en internet, la pasta de dientes hace que el agua no se condense y resbale del cristal. El truco consiste en echar un punto de este producto en el espejo retrovisor -con el espejo totalmente seco- y esparcirlo bien. A partir de entonces las gotas de agua no se concentrarán en ese punto y siempre tendremos visibilidad.

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Vinagre en las llantas, otro truco para el coche

Si las llantas están muy sucias, puedes utilizar un producto específico para limpiarlas. Lo más importante es esperar a que las llantas y los frenos se hayan enfriado antes de aplicar el producto. El detergente no puede hacer su trabajo si seca antes de la cuenta. Además, si los frenos están calientes, al entrar en contacto con un líquido frío, pueden llegar a deformarse.

Aplica el producto directamente sobre la zona sucia, sin mojarla con agua previamente. Si la llanta tiene un diseño complejo, una vez aplicado el limpiador, se debe recurrir a un cepillo o esponja para llegar a todos los recovecos. Deja que actúe el tiempo recomendado por el fabricante. Habitualmente entre tres y ocho minutos. Aclara con abundante agua, si es posible con una pistola a presión, para remover todos los residuos. Seca a mano. Preferiblemente con un paño de microfibra que no dañe la superficie.

Además de los productos específicos para limpiar llantas, también puedes utilizar productos caseros. Algunos talleres mecánicos afirman que, una vez enjuagadas las llantas, se pueden mezclar una parte de glicerina por tres de refresco de cola y rociar esta líquido por toda la llanta, aclarándolo después. Hacer una pasta con bicarbonato y vinagre o agua permitirá desincrustar la suciedad más fuerte.

También puedes utilizar el vinagre diluido en agua para ayudar a retirar las impurezas de esta parte del vehículo y además las dejará brillantes. Finalmente, existen multitud de espráis de limpieza multiuso que se utilizan en casa que también pueden aplicarse sobre un trapo y, con él, frotar la llanta.

Es importante tener en cuenta que los remedios caseros, como los limpiahornos o quitagrasas de cocina, no son recomendables. A la larga pueden acabar afectando al esmalte o el cromado de la llanta. Además, es importante conocer el material en el que están fabricadas las llantas: aluminio, acero, fibra de carbono, magnesio o aleación, ya que existen limpiadores específicos para cada una de ellas y una mala elección puede arruinar este material.

Los consejos a seguir para evitar problemas durante el proceso de limpieza es no dejar los productos actuar durante demasiado tiempo en la llanta y no aplicar sustancias que puedan ser corrosivas. Lo mejor es aplicar algo de producto en una zona que se vea poco para ver si puede llegar a dañar el material de la llanta.