CALENDARIO LIGUERO

El 'clásico' del Golfo

Dubái, Catar, Malasia y otros países celebran que el Barça-Madrid se juegue por la tarde

Pol Espargaró y Álex Pons, hijo de Sito, tras aterrizar en el aeropuerto de Kuala Lumpur.

Pol Espargaró y Álex Pons, hijo de Sito, tras aterrizar en el aeropuerto de Kuala Lumpur. / periodico

EMILIO PÉREZ DE ROZAS / Kuala Lumpur (enviado especial)

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Serán, sin duda, tres semanas decisivas para los tres títulos mundiales de motociclismo. Y serán tres semanas importantes que empiezan este jueves, en Kuala Lumpur (Malasia), donde juzgarán si castigan o no, si multan o no, si penalizan con dos puntos más en su carnet de piloto (lo que le relegará a la última posición en la parrilla de salida del domingo) o si absuelven a Marc Márquez por su maniobra detrás de Dani Pedrosa en Motorland (Aragón).

Serán tres semanas en Malasia (hasta el domingo 13), en Australia (Phillip Island, domingo 20) y Japón (Motegi, domingo 27) que podrían significar la conquista de los tres títulos por parte de pilotos españoles. En Moto3, seguro, fijo, pues, a falta de cuatro carreras (100 puntos) ya solo hay tres candidatos, los tres españoles: Luis Salom (259 puntos), Àlex Rins (250) y Maverick Viñales (247). En Moto2, casi, casi, pues el británico Scott Redding es aún líder (215), pero ya con solo 20 puntos más que Pol Espargaró (195) y 44 más que Tito Rabat (171). Y, en MotoGP, el 'rey' también será español, pues Marc Márquez (278), Jorge Lorenzo (239) y Pedrosa (219) dominan la general.

Arranque en Sepang

Y todo empieza en el abrasador circuito de Sepang (Malasia). Donde ya estamos. Con calor, con muchísima humedad, con la lluvia, casi chaparrón, que cae, puntualmente, entre las cinco y las siete de cada día. Y con todos los pilotos haciendo guardia en sus hoteles después de comprobar que sus 'mecas' han montado los boxes y reconstruido y afinado sus motos tras el largo viaje.

Un viaje a través de multitud de rutas. Una de las preferidas este año ha sido Barcelona-Dubai-Kuala Lumpur con Emirates (Dubai), la competencia, dicen, de Qatar Airways. Y dicen bien. La parada en Dubai te transporta a otro mundo. Con razón el eslogan de la compañía es 'Hello Tomorrow'. Es una manera de insinuar, de decir, de afirmar que estás ya en el futuro. Es una manera de saludar al mañana. Un presente y futuro repleto de petrodólares. Ahí está la tienda de los móviles de Samuel Etoo, Vertu, a razón de, más o menos, una media de 20.000 euros por celular. Ni tocarlos, vamos. Parecen, son, auténticas joyas. Total para hablar con casa o enviar un whatsapp (bueno, igual en un artilugio tan caro está prohibido lo gratis).

El Barça-Real Madrid, a la hora del Golfo

Ahí están decenas de dependientas filipinas maquillando a las viajeras. Y estands de Ferrari, Porsche y Lamborghini. Y pantallas de plasma del tamaño de un cine. Pero lo más gracioso, lo más curioso, lo más divertido (sobre todo para nosotros) está, se ve, se puede coger (gratis total) en los carritos de prensa que hay al fondo de los fingers. Ahí está el diario deportivo de Dubai 'Sport 360º', que da una exclusiva mundial: "Un clásico para todo el Golfo", titulan en su portada. Y explica que la patronal del fútbol español ha puesto el Barça-Real Madrid a las 18.00 horas del sábado 26 de octubre "para aumentar su audiencia mundial y pueda verse en todo el Golfo".

Pasajero indispuesto

Semejante bombazo informativo no deja de sorprender después de viajar miles de kilómetros, a 12.496 metros del suelo, a 896 kilómetros por hora. Es para quedarse helado como los 59 grados bajo cero que hace en el exterior del Airbus A-380, en el que mi compañero de asiento (67E) ha tenido que ser atendido después de que se sintiera, repentinamente indispuesto, y sus cinco hijos, entre 3 y 12 años, tuviesen que ver a su inmenso papá rodeado de azafatas, 'stewarts' y un semidoctor, que incluso ha llamado a Dubái y, a través del teléfono del avión, han consultado a un médico mientras le sometían a una especie de revisión con ordenador incluido.

La verdad es que siempre que me subo a un avión de larga distancia me acuerdo de mi amigo Carlos Bosch, tremendo fotógrafo argentino, que hace ya muchas décadas me dijo: "Que sepas, Emilio, que se puede hacer la foto de tu muerte en accidente aéreo. Cuando todo se pone horrible, haces la foto, sacas el rollo de Plus X de Kodak o de Ilford de tu cámara y te lo tragas. Toda mi familia y colegas de profesión saben que si mi avión se cae, han de pedir que me hagan la autopsia porque en mi estómago estará el rollo de fotos del accidente". Ahora, con la tarjeta digital, ha de ser más fácil tragársela. Que no más agradable.

La verdad es que mi compañero de asiento no lo ha pasado nada bien, pero ha bajado del avión, en Kuala Lumpur, por su propio pie, llevando detrás suyo a su señora, de negro, negro, de la cabeza a los pies, y a sus cinco 'bambinos' detrás. Ya con mejor cara. Me alegro. Y él, y él.