5 consejos sobre cómo hablar de cambio climático con tus hijos: "Necesitamos contagiarles la esperanza"

El primer paso, previo incluso a iniciar una conversación con tus hijos sobre cambio climático, es informarte sobre el tema y aprender los conceptos básicos sobre este problema de alcance global. En la guía de Naciones Unidas sobre cómo hablar con niños sobre la crisis climática, de hecho, aconsejan a los padres empezar este proceso buscando información de calidad a través, por ejemplo, de libros divulgativos, artículos periodísticos, documentales o todo tipo de fuentes informativas. De esta manera, los adultos implicados podrán abordar la conversación con "confianza" y "claridad" y, además, estarán capacitados para transmitir conocimientos sólidos y responder a las preguntas de los niños.

Según apunta la guía publicada por la plataforma 'Parents for climate', a la hora de iniciar una conversación sobre cambio climático es crucial adaptar el mensaje según la edad, la comprensión y las preocupaciones de los niños. En este sentido, para los más pequeños se aconseja simplificar conceptos utilizando metáforas y ejemplos concretos, como el derretimiento de los glaciares o la importancia de cuidar los animales. En el caso de los adolescentes, en cambio, se pueden abordar temas como la huella de carbono, las políticas ambientales, la lucha climática y los movimientos activistas. En ambos casos, se anima a los padres a proporcionar información y recursos a sus hijos para que puedan aprender más sobre el tema. También se recomienda involucrarse en este proceso y acompañarlos durante esta fase de búsqueda de información y los debates que se puedan derivar de ello.

La escritora infantil Megan Herbert sugiere empezar la conversación simplemente escuchando qué saben los niños sobre cambio climático y, sobre todo, empatizando con sus preocupaciones al respecto. En esta misma línea, la psicóloga ambiental Susan Clayton afirma que es muy importante validar las emociones de los niños al hablar sobre el cambio climático y brindarles un "espacio seguro" para expresar preocupaciones sin juzgarles, sin menospreciar el problema o sin esquivar sus dudas al respecto.

"La ecoansiedad, así como cualquier otra respuesta emocional ante la crisis climática, es un signo de buena salud emocional. Me preocuparía más si los niños no reaccionaran en absoluto", comentó la psicoterapeuta Caroline Hickman, una de las pioneras en el estudio de la 'ecoansiedad' en jóvenes, en una entrevista con EL PERIÓDICO. "Este conjunto de sentimientos de preocupación sirven de preámbulo para el despertar de una concienciación ecológica", añadió esta especialista.

.Una de las herramientas más útiles para combatir la ecoansiedad o, en general las preocupaciones, de los niños sobre la crisis climática es animarlos a tomar acciones para combatir este problema. En este sentido, la plataforma 'Rebelión de las madres por el clima' aconseja "animar y acompañar" a los niños para que implementen cambios sostenibles en su rutina diaria como, por ejemplo, para reducir el consumo de plástico, ahorrar energía en casa, utilizar el transporte público, cambiar su dieta para incluir más vegetales o crear un pequeño huerto urbano en el balcón. En este sentido, se recomienda fomentar este tipo de hábitos en familia para que los niños sientan que no están luchando solos por el futuro del planeta.

.En las conversaciones sobre crisis climática tan importante es entender la magnitud del problema como hablar de soluciones. Todas las guías elaboradas sobre el tema coinciden, efectivamente, en acabar la importancia de acabar la conversación con un mensaje positivo para no generar más ansiedad en los niños. El educador ambiental Sera Huertas, por ejemplo, anima a hablar a los niños de "la multitud de personas que se manifiestan a favor de la lucha climática" y de "todas las acciones que ya se están tomando para mitigar este problema".

"Los niños y los jóvenes necesitan ver que al final del túnel hay un futuro que los espera. Necesitamos contagiarles la esperanza para seguir luchando por un futuro mejor", comenta Huertas. En este sentido, el educador ambiental recuerda que "la misma ciencia que nos dice que la crisis climática supone un problema existencial para nuestra especie también nos dice que hay soluciones y que todavía estamos a tiempo de cambiar el mundo".