Amenaza cotidiana

Las cocinas de gas pueden emitir más partículas tóxicas que un coche de gasolina, según un estudio

Nuevos experimentos revelan que los fogones tradicionales generan aerosoles que ingresan en el sistema respiratorio y otros órganos 

Joan Lluís Ferrer

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Un nuevo estudio de la Universidad Purdue (Estados Unidos) ha descubierto que utilizar una cocina de gas puede emitir al aire más partículas de tamaño microscópico que los vehículos que funcionan con gasolina o diésel, lo que posiblemente aumente el riesgo de desarrollar asma u otras enfermedades respiratorias.

"La combustión sigue siendo una fuente de contaminación del aire en todo el mundo, tanto en interiores como en exteriores. Hemos descubierto que cocinar con gas produce grandes cantidades de pequeñas nanopartículas que ingresan en el sistema respiratorio y se depositan allí", afirmó Brandon Boor, profesor asociado en Lyles School of Civil Engineering de Purdue, quien dirigió esta investigación.

En vista de este descubrimiento, los investigadores recomiendan encender siempre un extractor de aire de la cocina mientras utilizan los fogones de gas.

El estudio, publicado en la revista PNAS Nexus, se centró en pequeñas nanopartículas transportadas por el aire que tienen sólo entre 1 y 3 nanómetros de diámetro, que es el tamaño justo para llegar a ciertas partes del sistema respiratorio y extenderse desde allí a otros órganos.

Este gesto cotidiano implica graves amenazas para la salud, según el estudio

Este gesto cotidiano implica graves amenazas para la salud, según el estudio / Agencias

Pelligro de asma en los niños

Estudios recientes han demostrado que los niños que viven en hogares con cocinas de gas tienen más probabilidades de desarrollar asma. Pero no se sabe mucho sobre cómo las partículas de menos de 3 nanómetros, llamadas nanoracimos de aerosol, crecen y se propagan en interiores, porque son muy difíciles de medir.

"Estas nanopartículas súper diminutas son tan pequeñas que no se pueden ver. No son como partículas de polvo que se verían flotando en el aire", dijo Boor. "Después de observar concentraciones tan altas de aerosoles de nanoracimos durante la cocción con gas, ya no podemos ignorar estas partículas de tamaño nanométrico".

Utilizando instrumentos de calidad del aire de última generación proporcionados por una empresa alemana, los investigadores de Purdue pudieron medir estas pequeñas partículas de hasta un solo nanómetro mientras cocinaban en fogones de gas en un pequeño laboratorio, equipado con sensores para monitorizar el impacto de las actividades cotidianas en la calidad del aire de una casa.

Con este entorno de prueba y un detector de partículas de alta resolución (PSMPS), el equipo recopiló numerosos datos, que permitieron a los investigadores comparar sus hallazgos con los niveles conocidos de contaminación del aire exterior, que están más regulados y estudiados que la contaminación del aire interior.

Igual o más que un vehículo de gasolina

De este modo, descubrieron que se podrían emitir hasta 10 mil billones de partículas de aerosol de nanoracimos por kilogramo de combustible para cocinar, cifra que iguala o supera las producidas por vehículos con motores de combustión interna.

Cocina-laboratorio donde se hizo el experimento

Cocina-laboratorio donde se hizo el experimento / Brandon Boor

Esto significaría que los adultos y los niños podrían respirar entre 10 y 100 veces más aerosoles al cocinar en una cocina de gas dentro de una casa que lo que inhalarían con los gases de escape de un automóvil mientras están parados en una calle concurrida.

"Nadie usaría el tubo de escape de un motor diésel para suministrar aire a su cocina", dijo Nusrat Jung, profesora asistente de ingeniería civil de Purdue, que diseñó el pequeño laboratorio con sus estudiantes y codirigió este estudio.

Los modelos mostraron que las partículas de aerosol de nanoracimos son muy persistentes en su viaje desde la cocina de gas al resto de la casa. Se emitieron billones de estas partículas en tan solo 20 minutos después de hervir agua o preparar sándwiches de queso asado o panqueques de dulce de leche en una de estas cocinas.

Aunque muchas partículas se difundieron rápidamente a otras superficies, los modelos indicaron que aproximadamente entre 10 mil millones y 1 billón de partículas podrían depositarse en las vías respiratorias de un adulto y en la región traqueobronquial de los pulmones. Estas dosis serían aún mayores para los niños: cuanto más pequeño sea el ser humano, más concentrada será la dosis.

Sumarse a otras partículas

El aerosol procedente de la combustión del gas también podría mezclarse fácilmente con otras partículas más grandes que ingresan al aire provenientes de la mantequilla, el aceite o cualquier otra cosa que se esté preparándose en la cocina de gas, lo que da como resultado nuevas partículas con sus propios comportamientos.

Como posible medio para atenuar estos efectos, el extractor de aire de una cocina de gas probablemente redirigiría estas nanopartículas lejos del sistema respiratorio, pero eso aún está por probarse, según los autores del estudio.

"Dado que la mayoría de las personas no encienden el extractor de aire mientras cocinan, tener campanas de cocina que se activen automáticamente sería una solución lógica", dijo Boor. "En el futuro, debemos pensar en cómo reducir nuestra exposición a todo tipo de contaminantes del aire interior. Según nuestros nuevos datos, recomendamos que los aerosoles de nanoracimos se consideren como una categoría propia de contaminante del aire", añadió.

Estudio de referencia: https://phys.org/news/2024-02-tiny-nanoparticles-gas-stove-car.html

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