Primer vuelo trasatlántico de un avión de pasajeros con combustible ecológico al 100%

Los combustibles ecológicos de aviación (SAF, en inglés) ofrecen cada vez más rendimiento y aparecen como una alternativa viable a los hidrocarburos actuales con que funciona el sector. La prueba más evidente de ello es el primer vuelo transoceánico realizado al 100% con este tipo de combustible sostenible con un avión de pasajeros.

El Boeing 787, denominado Vuelo 100, de la compañía Virgin Atlantic, salió del aeropuerto Heathrow de Londres a finales de noviembre con destino al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en la ciudad de Nueva York, con el fundador de la empresa, Richard Branson; el director ejecutivo de Virgin Atlantic, Shai Weiss, y el secretario de Estado del Reino Unido para Transporte, Mark Harper, a bordo.

El vuelo constituyó un hito histórico, pues fue la primera vez que un trayecto comercial de larga distancia se propulsaba utilizando únicamente combustible de aviación sostenible (SAF), y no solo una mezcla de hidrocarburos y SAF.

El combustible de aviación sostenible es una fuente de energía con bajas emisiones de carbono elaborada a partir de materias primas distintas del petróleo. Diseñado para reducir las emisiones del transporte aéreo, el combustible de aviación sostenible tiene propiedades similares al combustible para aviones convencional, pero con una huella de carbono menor.

“El Vuelo 100 demuestra que el combustible de aviación sostenible se puede utilizar como un sustituto fiable del combustible fósil para aviones y es la única solución viable para descarbonizar la aviación de larga distancia”, afirmó Weiss de Virgin Atlantic en un comunicado. “Se ha necesitado una colaboración radical para llegar hasta aquí y estamos orgullosos de haber alcanzado este importante hito, pero debemos esforzarnos más”.

El combustible utilizado para este vuelo consistía en una mezcla de aceite de cocina usado y grasa animal desechada, según Virgin Atlantic . El combustible también contenía un 12% de queroseno aromático sintético elaborado a partir de residuos de maíz.

Alternativa viable mientras llegan los aviones eléctricos

Se espera que el combustible bajo en carbono permita funcionar a la industria aérea con menos emisiones antes de que se implanten de forma generalizada los vuelos eléctricos y de hidrógeno, lo que no se espera que suceda a corto plazo. El combustible SAF ya se utiliza en motores a reacción, pero se mezcla con queroseno.

Los viajes aéreos representaron el 2% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono relacionadas con la energía en 2022, según la Agencia Internacional de Energía .

“El mundo siempre cree que no se puede hacer algo hasta que lo haces”, dijo Branson en un comunicado sobre el vuelo del martes. “El espíritu de innovación es salir y tratar de demostrar que podemos hacer las cosas mejor para el beneficio de todos”.

Según las nuevas normas, el término “combustibles de aviación sostenibles” incluirá los combustibles sintéticos, determinados biocarburantes producidos a partir de residuos agrícolas o forestales, las algas, los biorresiduos, el aceite de cocina usado o determinadas grasas animales.

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