Biodiversidad

Día Mundial de las Aves Migratorias: ¿Por qué son importantes y por qué están en declive?

Son especies aliadas del ser humano, pero el calentamiento y la falta de agua las amenazan

Abejarucos, ejemplo de aves migratorias

Abejarucos, ejemplo de aves migratorias / SEO

Joan Lluís Ferrer

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Este sábado 13 de mayo se celebra el Día Mundial de las Aves Migratorias, si bien hay otro día en el año dedicado a estas mismas especies, el 14 de octubre, y ello es debido a la naturaleza cíclica de las migraciones. Se trata de un permanente viaje de ida y vuelta del que depende la supervivencia de millones de aves en el planeta y, con ellas, de otros muchos organismos.

Esta jornada tiene como objetivo poner de manifiesto el importante declive que presentan muchas especies de aves migratorias, a pesar del valioso papel que juegan en nuestra sociedad. Pero ¿por qué son importantes?

En primer lugar, muchas especies de aves migratorias, como golondrinas y vencejos, son insectívoras, es decir, se alimentan de insectos. De este modo, ayudan a controlar plagas y actúan como ‘insecticidas’ naturales. Es así como estas aves son imprescindibles para la agricultura, pues ahorran el uso de ingentes cantidades de pesticidas, con todas sus secuelas negativas para el medio ambiente y el ser humano.

Asimismo, estas aves juegan un papel muy relevante en la industria alimentaria, como dispersoras de semillas en diferentes partes del mundo, ayudando así a mantener el equilibrio ecológico.

El turismo de observación aporta beneficios económicos

El turismo de observación aporta beneficios económicos / SEO

Por otra parte, las aves son valiosos indicadores de la salud de los ecosistemas. Cuando se produce un cambio en los patrones migratorios de las aves, pueden estar produciéndose problemas como contaminación, calentamiento global o destrucción de hábitats.

Además, la conservación de las aves migratorias es importante también desde el punto de vista económico, pues cada vez son más los lugares que potencian el turismo de observación. Se trata de una actividad que potencia la protección de las especies y da a conocer las aves entre la población.

España constituye el principal corredor migratorio de aves de Europa occidental, con humedales de tanta relevancia como Doñana, Urdaibai (País Vasco), Delta del Ebro (Cataluña), Gallocanta (Zaragoza) o la Albufera de Valencia, entre otros. Nuestro país, por tanto, es una atalaya privilegiada para la observación y también para la conservación de estas especies.

Ejemplar de avión común

Ejemplar de avión común / Pinterest

En España se pueden observar cerca de 600 especies de aves, de las cuales alrededor de 200 son migratorias.

Sin agua no hay aves

En esta edición de 2023, las entidades de defensa de las aves destacan la urgencia de preservar el agua para mantener la avifauna. En unos momentos en que se denuncian a diario las pérdidas de agua en Doñana, Tablas de Daimiel y otros humedales españoles, es preciso tener en cuenta que muchas aves se alimentan de peces, invertebrados y otros organismos acuáticos que viven en el agua. Todo ello se desmorona sin el líquido elemento, y es toda una cadena ecológica la que se viene abajo.

Grupo de grullas

Grupo de grullas / SEO

La existencia de lagunas, ríos, lagos y otros espacios acuáticos en buen estado es imprescindible no sólo para la alimentación. También necesitan agua para reproducirse y criar en el caso de anátidas, limícolas o zancudas como patos, garzas o flamencos.

Pero, además, algunas especies de aves migratorias utilizan accidentes geográficos relacionados con el agua (ríos o lagos, sobre todo) para orientarse durante sus largos viajes migratorios.

Todo ello, sin embargo, se ve amenazado por el creciente calentamiento global y la sobreexplotación de los acuíferos, como se está viendo en Doñana, donde actividades agrícolas ilegales (y a veces, también legales) están acabando con el agua que necesita este ecosistema. El turismo de masas, las piscinas para usos recreativos y otras actividades humanas están ayudando a esquilmar este preciado recurso, que cada vez será más escaso en España.

Otras amenazas las constituyen los parques eólicos o los tendidos eléctricos contra los que colisionan continuamente. Cientos y miles de aves mueren a causa de estas instalaciones, según denuncian todos los años las entidades conservacionistas. La contaminación lumínica es otra de sus enemigas.

........

Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es