LA LUCHA CONTRA CALENTAMIENTO GLOBAL

El Gobierno mantiene su apuesta verde y manda la ley climática al Congreso

Atascos en la AP-7 en dirección sur a la altura de Vilafranca del Penedés, el 4 de agosto del 2007

Atascos en la AP-7 en dirección sur a la altura de Vilafranca del Penedés, el 4 de agosto del 2007 / periodico

Manuel Vilaseró

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El Gobierno no parece dispuesto a ceder a las presiones de algunos sectores que ante la situación de emergencia  económica creada por el coronavirus propugnan soluciones tradicionales para salir de la crisis. El Ejecutivo de Pedro Sánchez está convencido de su apuesta verde debe ser una palanca de la reconstrucción para que ésta sea "sólida y sostenible" y mandará este martes a las Cortes el anteproyecto de ley de Cambio Climático que ya pasó por el Consejo de Ministros el pasado febrero .

"El contexto actual altera nuestra hoja de ruta, pero la pandemia no ha aparcado la transición ecológica ni ha alterado sus principios orientadores. De hecho,  las primeras lecciones que la pandemia nos ofrece nos invitan más bien a asentar los principios de la agenda de cambios por la sostenibilidad y sobre ellos también cabe sustentar la  reconstrucción postCovid", dijo ayer en el Senado la vicepresidenta para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.

Difícil consenso

La ley climática pasará hoy por segunda vez por el Consejo de Ministros tras superar los preceptivos informes consultivos y las alegaciones presentadas. A partir de ahora queda en manos del Congreso. No será difícil que salga adelante con la mayoría que apoyó la investidura de Sánchez pero será complicado arrastrar al resto de grupos más sensibles a las presiones de algunos los sectores económicos.

El consenso necesario para que le ley perdure en el tiempo no iba a ser fácil antes del covid-19 y menos lo será ahora. No sorpredería a nadie que la derecha volviera a apostar por el abandono de cualquier precupación medioambiental, como ya hizo durante la pasada crisis económica.

Aunque el contexto ahora es muy diferente. La misma pandemia ha mostrado los gravísimos efectos de alterar los ecosistemas. Antes del fatídico mes de marzo, además, Europa ya había decidido apostar su futuro económico a las inversiones verdes y ahora lo ha reiterado.

Reducción del 20% de CO2

El cronograma que establece el antreproyecto no ha experimentado ninguna modificación. En 2030 los gases de efecto invernadero  deberán reducirse en almenos un 20% respecto a 1990 y para ello las energías renovables denerá tener un peso mínimo del 70% en el sistema eléctrico, lo que implica mantener el cierre masivo de las térmicas de carbón en los próximos doce meses.

El Gobierno fía parte de la reconstrucción a la inversión verde, con una gran protagonismo de las energías renovables. Se prevé movilizar en los próximos diez años 200.000 millones de euros que generarían anualmente  entre 250.000 y 350.000 puestos de trabajo.

Veto al diésel y a la gasolina

En el hito del 2040 se mantiene la idea de vetar la venta de coches de gasolina o gasoil, sin decirlo de modo explícito, tal como ya figuraba en el texto aprobado el pasado febrero. "Se adoptarán las medidas necesarias  para que los turismos y los vehículos comerciales ligeros nuevos reduzcan paulatinamente sus emisiones de modo que  no más tarde del año 2040 sean vehículos con emisiones de 0gCO2/km", establece el anteproyecto.

En el ámbito de la movilidad se mantienen la obligación de los municipios de más de 50.000 de establecer zonas de bajas emisiones antes del 2023. También la disposición que blinda ‘Madrid Central’ frente a la intención del Ayuntamiento de la capital de revertirlo.

El 2050 será el año en que España, al igual que el resto de la Unión Europea, deberá alcanzar "la neutralidad climática". Para ello las administraciones deberán adoptar también "las medidas necesarias" para que todo el parque en circulación de turismos y vehículos ligeros este libre de "emisiones directas de CO2".

Apoyo al coche eléctrico

El apoyo al coche eléctrico recorre todo el anteproyecto, con obligaciones de instalación de puntos recarga para las gasolineras en función de su volumen de ventas y en los edificios residenciales. Una de las pocas novedades repecto a anteriores borradores es la obligación de instalar puntos de recarga en todos los aparcamientos de los edificios no residenciales (polideportivos, centros comerciales, etc.), antes del uno de enero.

"Previa consulta del sector, se establecerán medidas que faciliten la penetración de estos vehículos (eléctricos), que incluirán medidas de apoyo  a la I+D+I", señala el texto.  las peticiones de los fabricantes de automóviles van, sin embargo, por otra senda. Ante la profundidad de la crisis actual, han redoblado su petición de que existan planes Renove que subvencionen también la compra de vehículos diésel y gasolina, no solo los eléctricos o híbridos.