PREVISIÓN HASTA EL 2017

Japón planea reanudar unilateralmente la caza de ballenas en la Antártida

Australia estudia, de nuevo, iniciar acciones legales como ya hiciera en 2010

JOAN GUILLÉN-GARFIAS / BARCELONA

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Japón planea reanudar unilateralmente la caza de ballenas en la Antártida a finales de año, con la previsión de matar 333 ballenas minke o rorcual aliblando (Balaenoptera acutorostrata) entre el 2015 y el 2017.

El ministro australiano de Medio AmbienteGreg Hunt, ha dicho al respecto que "espera que no se reanuden" las llamadas capturas científicas y que ya "han pedido asesoría legal sobre la implicación de las acciones de Japón". Así pues, según informan medios locales, Australia estudia, de nuevo, iniciar acciones legales contra Japón por no respetar el fallo internacional emitido por el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU (TIJ) el pasado año, en el que se le prohibía arponear ballenas en las aguas antárticas.

Japón firmó la moratoria total de captura de ballenas con fines comerciales que entró en vigor en 1986. No obstante, inició, al año siguiente, el primero de muchos programas que amparaban la caza comercial de ballenas como "capturas científicas", amparándose en el artículo VIII de la Convención Internacional de la Comisión Ballenera del 1946. El último programa nipón fue el JARPA II, que entró en vigor en el año 2005, y desde entonces ha permitido arponear unos 900 rorcuales aliblancos y 50 rorcuales comunes y ballenas jorobadas anualmente, según los datos presentados al TIJ por Australia.

Por este motivo el país de Oceanía denunció a Japón en el 2010 ante el TIJ. En marzo del 2014, el TIJ, después de un complejo proceso judicial, ordenó a Japón que revocara los permisos de caza de cetáceos en el Antártico. Los jueces consideraron que el programa nipón no se ajustaba a los "fines científicos" establecidos por la Comisión Ballenera Internacional. Así pues, según el fallo, el número de mamíferos cazados no se considera justificado ni "se corresponde con la cifra de piezas arponeadas" para "analizar la competencia natural de las especies, y el ecosistema que habitan". El fallo es de obligado cumplimiento y Japón, en un principio, lo aceptó.

Ahora Japón, con el apoyo de su flota pesquera y la opinión pública estatal a favor, pretende utilizar una nueva argucia legal para proceder con la caza de cetáceos. Motohide Yoshikawa, embajador extraordinario del país asiático ante las Naciones Unidas, ha entregado, en nombre del ministro japonés de asuntos exteriores, a Ban Ki-moon una declaración en la que Japón excluye al Tribunal Internacional de Justicia la competencia (punto tercero del documento) sobre "cualquier disputa que surja de, o en, relación a la investigación, conservación, gestión o explotación de los recursos del mar" según el artículo 36 de los estatutos del propio organismo de la ONU.