Los Armats de Mataró vuelven a la plaza del Ayuntamiento para homenajear a la ciudad

Los Armats de Mataró han vuelto este jueves en la plaza del Ayuntamiento para celebrar el acto de homenaje a la ciudad, uno de los platos fuertes de la Semana Santa en la capital del Maresme que el año pasado se suspendió por el covid-19. En esta ocasión se ha podido hacer en dos pases de media hora con aforo limitado a 400 personas con cita previa y con dos grupos de 20 soldados romanos, menos que otros años. Lo que no se han podido hacer son los tradicionales desfiles por la ciudad.

El Capità manaia, Rafael Llibre, ha destacado que a pesar de las restricciones por la pandemia, esta edición ha sido la de la "esperanza" porque representa el inicio de la vuelta a la normalidad. "Esperamos que sea el primero de muchos actos que se puedan hacer en la ciudad", ha dicho.

Los Armats de Mataró de este Jueves Santo ha sido uno de los dos únicos actos presenciales con público de la Semana Santa en la capital del Maresme. El otro, la matinal de saetas en la carpa del parque Central, se celebró el pasado domingo.

Recuperar la normalidad

En declaraciones a la ACN, el concejal de Cultura, Xesco Gomar, ha celebrado que, tras la suspensión del año pasado, los vecinos de la ciudad hayan podido volver a escuchar a los soldados romanos los Armats. Un acto, ha añadido, que todo el mundo espera que marque el inicio del fin de la pandemia para que la cultura popular "pueda volver a su lugar".

Un acto, ha añadido Gomar, que se ha celebrado en un espacio reducido y acercado como es la plaza del Ayuntamiento, con cuatro entradas y salidas, que es lo que pedía el comité de emergencias municipal. Además, aparte de eliminar los desfiles, se ha reducido el aforo a la mitad con los espectadores sentados y manteniendo en todo momento la distancia de seguridad. El homenaje este año se ha hecho en dos pases, uno a las 17:30 que no se ha llenado, y un segundo a las 19:00.

En el discurso de ofrecimiento del acto en la ciudad, el Capitán manaia, Rafael Llibre, ha destacado que en la tradicional misa del viernes de los hermanos en la iglesia de Santa Anna, el cura, como cada año, los ha nombrado soldados de paz y este año también hermanos de la esperanza. La esperanza, agregó, de volver paulatinamente "a la normalidad anterior a la pandemia".

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