UNA DÉCADA DE CONFLICTO

El Supremo tumba el enésimo recurso del promotor del macroprostíbulo de Mataró

Un empresario pretendía levantar el burdel con una licencia caducada y que sólo hubiera servido para hacer una nave industrial

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ACN

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El Tribunal Supremo no admite el último recurso del promotor de un macroprostíbulo en Mataró y tumba definitivamente la posibilidad de que el burdel se instale en la capital del Maresme. La resolución es firme y, por tanto, pone fin a un culebrón que se ha alargado toda una década.

El empresario en litigio pretendía "rehabilitar" una antigua licencia de obras del año 2007 a partir de una licencia ambiental del año 2010. La primera, sin embargo, estaba caducada y, además, sólo servía para hacer una nave industrial y no un burdel. Después de un largo litigio con el Ayuntamiento, un juzgado de Barcelona dio la razón al consistorio a finales de 2018. El año pasado lo ratificó el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) y ahora es el Supremo quien pone punto y final al serial.

La discusión jurídica entre el promotor del burdel y el Ayuntamiento de Mataró existía desde el año 2010, cuando la ACN hizo públicas las intenciones del empresario de construir un gran complejo de la prostitución en el polígono Les Hortes de la capital el Maresme, muy cerca de la zona de ocio nocturno.

Licencia caducada

Según el promotor, la licencia ambiental obtenida en 2010 le otorgaba, de facto, la licencia de obras para poder construir el edificio. Además, se da la circunstancia de que el mismo empresario tenía ya una licencia de obras para el mismo solar de 2007. Aquella licencia, sin embargo, tenía dos problemas: estaba caducada y no servía para construir un burdel y sí un edificio industrial.

Desde el Ayuntamiento siempre se han aferrado a esta inconexión entre las dos licencias. La primera victoria del consistorio llegó a finales de 2018, cuando el juzgado contencioso administrativo número 10 de Barcelona dio por buena la argumentación legal del Ayuntamiento.

Después de aquello, el empresario ha ido presentando recursos a instancias superiores. En 2019 fue el TSJC quien tumbó el primer intento por "recuperar" las licencias y ahora ha sido el Supremo quien ni siquiera ha admitido a trámite el recurso de casación por "carencia de interés casacional para la formación de jurisprudencia” sobre este asunto.

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