EQUIPAMIENTOS COMERCIALES
Pistoletazo de salida a la ampliación del Mataró Parc a 50 días de las elecciones
El alcalde de Mataró encarga a los servicios municipales los estudios urbanísticos previos a la modificación del Plan General en el sector C1, donde está emplazado el centro comercial
“Crear un marco urbanístico (…) para dar respuesta al interés de ampliación de Mataró Parc, respetando el modelo comercial dual [y] el equilibrio con el comercio de proximidad del centro y los barrios”.
Esta –aparentemente- innocua frase incluida en un decreto firmado el viernes pasado por el alcalde David Bote y presentado este lunes en Junta de Portavoces enmascara una toma de posición definitiva respecto uno de los temas candientes en la gobernación local desde hace casi dos décadas: el gobierno de la capital del Maresme –formado en solitario por el PSC- opta definitivamente por explorar la posible ampliación del centro comercial y convierte el tema en uno de los ítems relevantes de la próxima campaña electoral.
En el decreto mencionado, el alcalde David Bote encarga a los servicios municipales los estudios urbanísticos previos a la modificación del Plan General no solo en el sector C1 “Cirera Nord” -donde se ubica el Mataró Parc y donde se haría su ampliación- sino también en los sectores “Carretera de Cirera” y “Turons D” y “Turons E”.
Se quiere, pues, reordenar, repensar, todo este sector que queda por encima de la autopista C-32. Pero a nadie se le escapa que el principal objetivo de este proceso es fijar posición sobre el asunto Mataró Parc, casi tan espinoso como la posible llegada a la ciudad de El Corte Inglés.
Un paso legalmente necesario pero totalmente insuficiente
Atención: el de llevar a cabo “los estudios urbanísticos previos a la modificación del Plan General” es un paso absolutamente necesario desde un punto legal para acometer la ampliación del Mataró Parc, pero al mismo tiempo totalmente insuficiente. En realidad, hasta que el pleno del Ayuntamiento, por mayoría absoluta al ser tema urbanístico, no diera su apoyo a una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbano en este sector y el Departament de Territori de la Generalitat no lo confirmara, todo quedaría como hasta el momento.
De hecho, este gesto de Bote, de carácter políticamente simbólico aunque tenga efectos legales, responde a una estrategia electoral para posicionar al PSC como el principal valedor de la hipotética ampliación del centro comercial después de que durante estos últimos cuatro años no haya sido posible alcanzar ningún acuerdo con el resto de grupos municipales respecto esta cuestión.
La concejala de Urbanismo, Núria Moreno, que asumió el cargo en octubre de 2017 después de la marcha de CiU del gobierno se lo puso como uno de sus deberes principales, pero durante este tiempo ha sido imposible llegar a un consenso entre una mayoría de las formaciones presentes en el consistorio local.
También es verdad que la proximidad con las elecciones generales y las mismas locales no ha ayudado a generar un clima donde esta propuesta pudiera ser debatida formalmente en el pleno. Vista la situación, el alcalde Bote no ha dudado en usar una de sus prerrogativas para enseñar sus cartas y dejar clara su posición política en un tema peliaguado, que genera anticuerpos en una parte de la ciudad pero no precisamente entre sus votantes.
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