Wenbanyama, el gigante de 2,23 llamado a cambiar la historia de la NBA

La locura se desató el pasado 17 de mayo en las calles de San Antonio. Decenas de aficionados salieron a celebrar la suerte de Spurs, ganadores del número uno del ‘draft’, que les permitirá elegir en primer lugar entre la remesa de jugadores que reforzarán las plantillas la próxima temporada. Todo apunta a que la franquicia texana, ahora en un etapa gris, se inclinará por el jugador francés Victor Wenbanyama, un gigante de 19 años y 2,23, que parece destinado a cambiar la historia de la NBA.

Esa misma pasión se ha vivido en los dos últimos días en Nueva York, a donde aterrizó el francés hace unos días para asistir a la ceremonia del ‘draft’ que se celebrará en la madrugada del jueves al viernes (02.00 horas, #Vamos y Movistar + Deportes)  en el Barclays Center de Nueva York, la cancha de los Nets y lo hace tras haber acaparado todos los títulos en la LIga francesa con el Metropolitans del seleccionador francés Vincent Collet (MVP, mejor anotador, mejor defensor, mejor joven, mejor taponador) pese a perder la Liga frente al Monaco

Hacía más de dos décadas, desde que LeBron James aterrizó en la liga, que un jugador no generaba tanta expectación "Todo el mundo ha etiquetado a Wembanyama como un unicornio, pero es un extraterrestre. Nunca he visto a nadie tan alto como él, que juegue tan fluido y elegante", apuntó el propio LeBron cuando tuvo oportunidad de seguirlo el pasado octubre en una pequeña gira del equipo francés por EEUU.

"Es como un jugador creado en el videojuego NBA 2K", resumió Stephen Curry, la estrella de los Warriors, sobre el francés, de quien no solo impresiona su gran envergadura, sino la forma en la que puede moverse, la rapidez que despliega en un jugador de su tamaño, su capacidad para jugarse uno contra uno, tanto cerca como lejos de canasta, su lanzamiento de tres y también su enorme intimidación en defensa.

Paso fallido por el Barça

Los genes han marcado su carrera. Nacido el 4 de enero de 2004 en una localidad residencial en las afueras de París, en Le Chesnay, fue su madre, exjugadora profesional,  quien le transmitió su amor por el deporte. Y su padre, exatleta de triple salto de origen congoleño, y preparador físico de equipos locales de baloncesto, el que se encargó de conducirlo en sus primeros años.

El Barça fue de los que se cruzó en su camino, atento a su progresión. Wenbanyama jugó un torneo en las categorías inferores con los azulgranas en 2018, cuando ya medía 2,10. El jugador reconoció, tiempo después, en una entrevista con Le Parisien, que no no fichó por el conjunto azulgrana, porque los técnicos fueron poco exigentes con él. “Me gusta que me digan claramente las cosas, aunque sean desagradables”.

Para San Antonio, que es una de las franquicias de más éxito de las últimas décadas, con cinco títulos en sus vitrinas, que cuenta con Gregg Popovich, uno de los técnicos de referencia, que ha tenido a sus órdenes pívots del perfil de David Robinson y Tim Duncan, y por el que ha pasado una leyenda del baloncesto francés como Tony Parker, la llegada de Wenbanyama parece una vuelta a los buenos tiempos, un regreso a un futuro esplendoroso.