ELECCIONES EUROPEAS

Macron clama desde Berlín contra "la fascinación por el autoritarismo"

Alemania honra a su democracia, salpicada por desmadres racistas

El presidente francés Emmanuel Macron (izq.), el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier y el alcalde de Berlín, Kai Wegner, visitan la Puerta de Brandenburgo en Berlín.

El presidente francés Emmanuel Macron (izq.), el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier y el alcalde de Berlín, Kai Wegner, visitan la Puerta de Brandenburgo en Berlín. / Jens Schlueter

Gemma Casadevall

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La "fascinación por el autoritarismo“ y la "paradójica facilidad con que las emociones negativas ganan terreno a las positivas“ son, según el presidente francés, Emmanuel Macron, los desafíos a que se enfrenta Europa. Los comicios del próximo 9 de junio son "cruciales“ para el futuro del bloque comunitario, según el líder francés: "Nunca tuvimos tantos enemigos dentro y fuera de Europa“, clamó Macron, acompañado por el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, a su llegada a Berlín.

Macron lanzó este mensaje en un debate con jóvenes, parte de los festejos del 75 aniversario de la Ley Fundamental o Constitución alemana, que se han extendido durante tres días en la llamada "Fiesta de la Democracia“. Tras un breve baño de multitudes, al sol y junto a Steinmeier, repitió Macron este mensaje en una conferencia de prensa con el presidente alemán. Advirtió ahí de las "paradojas“ en que se discurre esta "fascinación“. "De llegar los extremistas al poder, sería el fin del pluralismo“, aseguró, en respuesta a una cuestión sobre su posicionamiento personal contra el Rassemblement National de Marine Le Pen. "Qué habría sido de Europa si hubiera estado dirigida por los nacionalismos? No habríamos tenido una vacuna efectiva (contra la covid), ni un plan de relanzamiento europeo, ni la capacidad de respuesta a desafíos migratorios o de hacer frente al cambio climático", enfatizó.

"Europa puede morir“, dijo Macron, quien repitió la frase pronunciada el pasado abril, en su discurso ante la Universidad de la Sorbona de París. Esa advertencia será la que presumiblemente llevará este lunes a Dresde, la capital del 'land' alemán de Sajonia, donde se dirigirá a los jóvenes europeos. Será el punto crucial de su visita de Estado de tres días a Alemania, la primera que realiza un presidente francés al país vecino desde hace 24 años. Pese a la fluidísimas relaciones bilaterales del eje franco-alemán, con encuentros casi mensuales entre sus líderes, el último presidente francés que estuvo en Alemania en una visita de este rango fue Jacques Chirac, en 2000, con el socialdemócrata Gerhard Schröder en la cancillería.

La elección de Dresde para el discurso a la juventud entraña, de por sí, un mensaje. Sajonia es un bastión de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), un partido cuyo extremismo ha hecho que otras formaciones del radicalismo derechista europeo, como el Rassemblement de Le Pen, le excluyan de su grupo en la Eurocámara.

La visita de Macron concluirá el martes, en que presidirá un consejo de ministros intergubernamental junto al canciller Olaf Scholz, así como una reunión de los Consejos de Seguridad de sus respectivos países.