Investigación judicial

La Fiscalía colombiana acusa formalmente al expresidente Álvaro Uribe por soborno de testigos y fraude

El exmandatario deberá sentarse en los banquillos después de que se desestimara la petición de nulidad sus abogados

La confirmación del juicio contra Álvaro Uribe por sobornar testigos caldea la campaña electoral colombiana

El expresidentede Colombia, Álvaro Uribe.

El expresidentede Colombia, Álvaro Uribe.

Abel Gilbert

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"Álvaro Uribe fue un presidente amado por muchos que, por primera vez en años, dejaron de sentir miedo a que sus hijos fueran reclutados, a ser extorsionados o secuestrados. Y, a la vez, fue un presidente repudiado por otra parte del país por las serias violaciones de derechos humanos durante su mandato". La reciente semblanza del portal 'La silla vacía' sobre el hombre que gobernó Colombia entre 2002 y 2010 ha quedado incompleta por un acontecimiento que remece a la política de ese país. La jueza Sandra Heredia decidió el viernes que Uribe, el "amado" y "repudiado", sea juzgado por los delitos de soborno, fraude procesal y soborno a testigos. 

El fiscal Gilberto Iván Villareal había presentado la acusación después de que el Juzgado 44 Penal de Bogotá negara la solicitud de nulidad emitida por la defensa de Uribe al considerarla "impertinente e improcedente". Asimismo, la magistrada ha estipulado que "no proceden recursos en contra de esta decisión" a fin de evitar dilaciones en el procedimiento.

La Fiscalía General de Colombia había anunciado a principios de abril que llamaría a juicio a Uribe, absteniéndose en su momento de solicitar una orden de captura contra en su contra para evitar una mayor polarización entre partidarios y detractores del exjefe de Estado. El también líder natural del Centro Democrático, el partido de derechas más importante de Colombia, enfrentaría el proceso en libertad.

En octubre de 2023 las autoridades ya se habían negado a archivar el proceso en su contra

Surgimiento de paramilitares

Uribe, el adalid de la contrainsurgencia, cuyo poder acumulado sobre la base de un enfrentamiento total con las FARC, y los éxitos en la lucha contra la guerrila, le permitió reformar la Carta Magna, se encuentra frente a un escenario que creía evitable: el banquillo de los acusados. Al expresidente le salió mal una jugada que pareció ser maestra. Seis años atrás intentó llevar ante los tribunales al congresista del Polo Democrático, Iván Cepeda, por presunta manipulación de testigos. Según el exmandatario, el legislador de izquierdas intentaba vincularlo con un grupo paramilitar sobre la base del engaño. Pero el Tribunal Supremo, al tomar cartas en el asunto, llegaron a la conclusión de que en rigor había sido Uribe el que había ofrecido favores a exsicarios de ultraderecha para que incriminaran a Cepeda. De supuesta víctima, Uribe pasó a ser objeto de investigación.

Opiniones encontradas

Como era de suponer, la novedad judicial provocó fuertes opiniones a favor y en contra de Uribe. "Durante años, quienes fueron derrotados política y militarmente por el Presidente @AlvaroUribeVel lo han perseguido y calumniado. Sin embargo, el presidente Uribe siempre demostrado su inocencia y honorabilidad. Estas acusaciones no mancharán su legado y mucho menos en medio de un gobierno que reivindica a los criminales y abandona a los ciudadanos", expresó el congresista Miguel Uribe. "Estoy convencida en que el bien prevalecerá y no tendrán como condenarlo. Las mentiras terminan siempre por caer", dijo la senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia.

Su colega del Pacto Histórico (oficialismo), María José Pizarro, confió en el que el juicio revelará la realidad de lo ocurrido. "Esperamos verdad, justicia y reparación para las víctimas en este proceso y para toda la sociedad en general".

Escenarios

"Nunca intenté sobornar un testigo, lo que hice fue pedir unas verificaciones de la información que me llegaba, que el señor fiscal las ha ignorado totalmente", ha reiterado Uribe. De acuerdo con 'La silla vacía', la justicia tendrá a partir de ahora dos años y cinco meses para determinar las responsabilidades penales de Uribe. "Cualquier demora en el proceso, así sea un simple aplazamiento de una audiencia, acercará el caso a la prescripción". Si en agosto de 2026 no hay un fallo a favor o en contra del expresidente, el proceso se archivará por vencimiento. "Parece mucho tiempo, pero el proceso penal del sistema penal acusatorio es garantista, lleno de instancias y contrapesos, y múltiples puestas en escena".

En el supuesto caso de que los abogados del exmandatario no logren el objetivo de impedir la condena, se abrirían otros escenarios. 'La silla vacía' consignó al respecto que "con el expresidente Uribe en juicio, el uribismo tendría un incentivo para alinearse con el proyecto de reforma a la Constitución que busca que el presidente (Gustavo) Petro tenga la capacidad de otorgar perdón judicial en los casos en los que ese perdón contribuya de modo fehaciente a la política de la paz total". La idea de un Uribe condenado y luego perdonado por un Gobierno de izquierdas habría resultado completamente inverosímil poco tiempo atrás.