Situación en el Sahel

El líder de la junta militar de Chad gana las elecciones y consolida su poder tres años después del golpe de Estado

Chad se ha convertido en uno de los últimos países de la región en los que Occidente sigue teniendo presencia

EEUU retira a sus tropas del Sahel y Rusia afianza su presencia en la región

Elecciones presidenciales en Chad

Elecciones presidenciales en Chad / ISSOUF SANOGO / AFP

Marc Ferrà

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Mahamat Idriss Déby, líder de la junta militar que encabezó un golpe de Estado en 2021, ha ganado las elecciones celebradas en Chad el lunes pasado. Según las cifras oficiales, se ha llevado el 61% de los votos, muy por encima de su principal opositor, Succès Masra, que obtuvo un 19%. La oposición ha puesto en duda los resultados electorales y ha denunciado que se trata de un “fraude”, después de que su candidato se atribuyera la victoria en las redes sociales antes de la publicación de los resultados. Chad es uno de los últimos aliados de Occidente en el Sahel, una región convulsa por los regímenes militares que han ido tomando en poder en los últimos años y el aumento de la presencia de Rusia sobre el terreno. 

La victoria en las urnas de Déby supone un paso más en su camino para consolidarse en poder, una andadura que empezó hace tres años, cuando tras la muerte de su padre, Idriss Déby, que ocupaba la presidencia del país, llevó a cabo un golpe de Estado con el apoyo del ejército y se autoproclamó líder de la junta militar. Su llegada al poder también supuso la suspensión de la Constitución y el Parlamento, también prometió que se celebraron comicios en un año y medio, aunque su llamada “transición” duró el doble. El pasado jueves por la noche, se dirigió al país, en un discurso televisivo, en el que prometió “ser el presidente de todos los chadianos”. En la calle, cerca del palacio presidencial, muchos de sus seguidores salieron a la calle a festejar su victoria electoral, también se escucharon disparos al aire a modo de celebración, según la agencia AFP. 

“La continuidad del régimen construido por Idriss Déby durante 30 años ha dependido más de las tensiones en el seno de la familia Déby y las expresiones de disidencia de otros miembros del clan zaghawa (el grupo étnico del difunto expresidente), que de la capacidad real de la oposición política y social para estructurar una alternativa dado el control del país que ejerce el entorno presidencial”, explica Josep Maria Royo, investigador de la Escola de Pau de la Universitat Autonoma de Barcelona. Pone como ejemplo la muerte Yaya Dillo, primo del presidente de la junta militar, Mahamat Déby; o la deserción respecto del partido gubernamental Movimiento Patriótico de Salvación del general Saleh Déby, tío del presidente actual.

El experto cuenta que Déby ha logrado que el ejército cerrara filas y lo apoyara, a la vez que ha logrado acallar las críticas internas con represión y la cooptación de la oposición. “Ha logrado calmar los ánimos y aglutinar al ejército a su lado. Hace un año jubiló a unos 500 generales y promocionó a otros más jóvenes, Chad es uno de los países con más generales del mundo en proporción a la talla de su ejército. Con esta política, la familia Déby ha conseguido acomodar las tensiones internas y gestionar las discrepancias a la vez que evitar posibles amenazas a la estabilidad a través de golpes de Estado militares, tal y como ha pasado en otros países de la región”.

La salida de Occidente en la región

Chad se ha convertido en uno de los últimos países de la región en los que Occidente sigue teniendo una presencia relevante. Aunque países vecinos como Mali y Níger han exigido la retirada de los militares franceses, estos siguen contando con una importante base en Chad. Los militares de EEUU anunciaron hace menos de un mes su retirada de Níger, después de que la junta militar pusiera fin a los acuerdos militares. Pocas semanas antes de las elecciones, la junta chadiana también pidió que retirara del país a los 75 efectivos que Washington tenía en la capital

“Todos los países son conscientes que la posición de liderazgo de Occidente y especialmente de Francia y EEUU en África está muy erosionada” explica Royo. Cada vez más países del Sahel han empezado a contactar o contar con el apoyo de Rusia y sus mercenarios, que se han convertido en una alternativa a los aliados tradicionales. Al contrario de lo que ha pasado con Mali o Níger, Francia continúa manteniendo una buena relación con las autoridades chadianas

“A diferencia de otros países del Sahel, la relación entre Chad y Francia es mucho más estrecha. Encontramos todo un conjunto de grandes empresas multinacionales que forman parte del conglomerado empresarial chadiano y de la que la familia Déby participa o controla, como Total o Air France. Estas corrientes, que han trastocado el Sahel y que han cuestionado las relaciones con Occidente a la vez que tejían alianzas con Rusia, en el caso de Chad, es mucho más difícil que suceda”. 

La importancia estratégica de Chad

Los vecinos con los que Chad comparte frontera viven una inestabilidad preocupante. En el norte, Libia lleva más de una década en conflicto y dividida en facciones; en el caso de Sudán, al este, el país lleva más de un año en guerra. “Chad se posiciona como el actor que continúa firme desde una perspectiva militar y política”, explica Royo. Las autoridades chadianas, explica, también juegan un papel importante en los conflictos de sus vecinos apoyando a un bando u otro. También juega un rol considerable en la lucha contra el grupo terrorista Boko Haram en su frontera sur con Nigeria.