Ruptura de relaciones

"No me arrepiento de nada", dijo Noboa sobre el asalto de la policía ecuatoriana de la embajada de México

La justicia ecuatoriana califica de arbitrario el asalto de la embajada mexicana y el arresto del exvicepresidente Glas

Los presidentes ecuatoriano y mexicano: Daniel Noboa y Andrés Manuel López Obrador.

Los presidentes ecuatoriano y mexicano: Daniel Noboa y Andrés Manuel López Obrador.

Abel Gilbert

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"Creo que estamos en el lado correcto de la historia". El presidente Daniel Noboa defendió de manera enfática el asalto de la policía ecuatoriana a la legación diplomática mexicana para capturar al exvicepresidente Jorge Glas. "No me arrepiento de nada". También condenó "el hecho de que algunos Gobiernos utilicen sus embajadas como, con una fachada, de refugiados políticos, pero en realidad es para lograr impunidad y salvar a los criminales de su sentencia".

La reivindicación llega pocas horas antes de que se reúna nuevamente de manera virtual la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) para abordar una crisis que derivó en la ruptura de las relaciones entre los dos países y que se proyecta a toda la región. Se espera que la Celac suba el tono del repudio que ya ha formulado la Organización de Estados Americanos (OEA) a la acción en la residencia del embajador mexicano.

Noboa invitó a su par Andrés Manuel López Obrador a "a comer ceviche o tal vez unos tacos y poder conversar" sobre lo ocurrido y, entre comidas, recomponer el vínculo bilateral. Pero la negación pública a revisar sus decisiones no parece augurar un acercamiento con México, decidido a profundizar su hoja de ruta que ya ha incluido una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con la que pide suspender a Ecuador de las Naciones Unidas hasta que ofrezca una disculpa por los sucesos del 5 de abril.

Más allá del convite culinario, realizado a través de la cadena televisiva australiana, SBS, Noboa insiste en que México fue el primero en violar los tratados internacionales al otorgarle asilo a un condenado por delitos comunes. Eso, remarcó el mandatario, contraviene la Convención de Caracas, según la cual "ninguna nación puede dar asilo político a alguien que tiene una sentencia porque en ese caso en realidad nos estamos involucrando en la soberanía".

El argumento del jefe de Estado no ha sido tomado en cuenta por la justicia de su país, que el pasado viernes declaró "ilegal" y "arbitraria" la detención de Glas en la Embajada de México, aunque lo mantuvo en prisión al tener todavía pendiente por terminar de cumplir una pena de ocho años de cárcel por dos condenas vigentes que el dirigente correista considera un intento de politizar la justicia.

Aislamiento

Quito no encuentra aliados tras su embestida policial. Los países de la Celac no han dado señales de contemplar los argumentos de Noboa. López Obrador tomará la palabra en el encuentro de la Celac de este martes ante sus colegas. "Desde luego (vamos a defender) el derecho de asilo, que no solo incumbe a un país, a México, sino a todos los países del mundo, el que no se viole el derecho internacional, el que se respete el derecho de asilo, eso es lo que estamos nosotros defendiendo".

De hecho, el presidente colombiano Gustavo Petro, en un gesto que anticipa las posturas del organismo regional, suspendió la reunión al más alto nivel con las autoridades ecuatorianas, prevista para el 25 de abril. La cita se iba a llevar a cabo en el departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador, para revisar una agenda común. "Creo que lo sucedido en la embajada de México es muy grave. Reconstruir el derecho internacional es fundamental si se quiere la paz del mundo", dijo Petro al explicar la puesta en suspenso de las conversaciones entre los dos mandatarios.