Manifestaciones contra el Gobierno

El proyecto de ley de 'agentes extranjeros' a la rusa tensa las calles y el Parlamento de Georgia

Como la mayor parte de los países exsoviéticos, Tbilisi ha oscilado desde la disolución de la URSS entre Occidente y seguir bajo la estela rusa

Esta iniciativa legislativa busca inclinar la balanza hacia un modelo más parecido al que existe actualmente en la Federación Rusa

Protesta contra la ley de agentes extranjeros, hace un año, en Georgia. En el cartel se lee "nunca de vuelta a la URSS"

Protesta contra la ley de agentes extranjeros, hace un año, en Georgia. En el cartel se lee "nunca de vuelta a la URSS" / IRAKLI GEDENIDZE / REUTERS

Àlex Bustos

Àlex Bustos

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Cuando el partido oficialista Sueño Georgiano anunció a principios del mes de abril que quería retomar el borrador de la ley de agentes extranjeros se preveían días tensos. Ya en su primera intentona en 2023 hubo un gran rechazo en las calles de la capital, y este lunes, cuando se hacía el primer trámite para aprobarla, no fue menos. Fue una jornada tan tensa que uno de los defensores de la medida, Mamuka Mdinardze, se llevó un puñetazo dentro del Parlamento georgiano del líder de la oposición, Aleko Eliashvili. Al salir de la Cámara Baja los manifestantes presentes le vitorearon.

Él mismo defendió la agresión a su colega cuando salió del hemiciclo. "Deberíamos meterles esa ley por el culo (sic). ¿Qué debate? Todos (a la calle) y nosotros expulsamos a esta chusma, junto con su ley rusa. ¡Nos están arrastrando a Rusia!", afirmó sin pelos en la lengua. El pasado 3 de abril, el Ejecutivo georgiano anuncio la intención de retomar el proyecto de ley, y este lunes ya pasó el primer requerimiento para formalizarse al contar con la luz verde de la Oficina del Parlamento. En el hemiciclo, el partido Sueño Georgiano gobierna de la mano de su aliado Poder de la Gente, juntos cuentan con 84 de los 150 escaños. Tal y como ya sucede en Rusia, si esta norma finalmente se aprobara significaría que cualquier organización que recibiera dinero del exterior estaría obligada a llevar la etiqueta de "organización sirviendo a un poder extranjero". En Rusia la etiqueta es simplemente "agente extranjero", y en el primer borrador de la ley se usaba el mismo concepto, aunque este lunes se plasmó otra expresión casi sinónima. Esta medida, que si no se respeta conlleva multas y otros posibles castigos; estigmatiza a personas, medios y oenegés, debido a la obvia connotación negativa de la misma etiqueta.

Tras las intensas protestas registradas durante el primer intento de aprobar esta ley en marzo de 2023, parecía que iba a quedar en el olvido. Fue entonces cuando se detuvo a Lazare Grigoriadis, un manifestante al que se le culpó de agredir a un policía y fue condenado a nueve años de cárcel. Salomé Zourashvili, la presidenta del país, anunció el viernes que iba a amnistiarlo. Zourashvili tiene una relación muy tensa con el primer ministro de su país, ya que ella sí es abiertamente pro-Ucrania. Para manifestar su rechazo a la ley, este lunes los habitantes de la capital han vuelto a salir a protestar en contra, así como los de algunas otras ciudades del país como Kutaisi y Telavi en menor medida. Se prevé que a las 19 locales (17 de España), haya mayores concentraciones en el corazón de la capital del país, ya que diferentes colectivos han convocado protestas.

Sin molestias a Moscú

El divorcio entre una importante parte de la población y el Ejecutivo del país es clara. Mientras que Irakli Gabirashvili, el primer ministro, y su Gobierno intentan no hacer enfadar al "oso ruso", la falta de un apoyo mayor a Ucrania en su guerra y de sanciones contra Moscú enerva a los georgianos. En las calles se ejemplifica el apoyo a Kiev con banderas del país eslavo en edificios oficiales, negocios y domicilios, incluso en algunas emisoras de radio emiten el himno ucraniano. La inacción en la guerra rusoucraniana incluso fue elogiada por el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, que expresó en febrero de 2023 que agradecía a Tbilisi el "no molestar a Rusia" en estos tiempos complejos. Los georgianos tienen muy presente aún la corta guerra de 2008 contra las regiones rebeldes de Osetia del Sur y Abjasia y el Ejército ruso, su principal aliado. En dicho conflicto, Tbilisi sufrió una dolorosa derrota que dejó una herida todavía abierta.

La UE ha criticado abiertamente que se retome esta medida, y cree que pone en peligro la adhesión europea del país caucásico. Una de las que se ha expresado abiertamente ha sido la eurodiputada alemana Viola von Cramon, que considera que Georgia está siguiendo las instrucciones de Moscú para permanecer en el "pantano" ruso.

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