ESCALADA EN ORIENTE PRÓXIMO

La diplomacia de los misiles: Irán lanza contra Israel una represalia diseñada para evitar una guerra directa

Los analistas consultados coinciden en que el aviso previo y el tipo de misiles interceptados, que dan tiempo a ser derribados, trataban de restablecer la disuasión

EN DIRECTO | Ataque de Irán contra Israel, en directo: última hora de la guerra en Oriente Próximo

CLAVES | Irán responde a Israel y exige a EEUU que se aleje del conflicto

Un dron kamikaze Shahed es disparado desde una localización desconocida en Irán.

Un dron kamikaze Shahed es disparado desde una localización desconocida en Irán. / EUROPA PRESS

Mario Saavedra

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Nada es sencillo en el enjambre geopolítico de Oriente Próximo. El ataque masivo de Irán contra Israel de esta madrugada es, al mismo tiempo, un hecho inédito (una confrontación directa entre estos dos enemigos históricos) y un mensaje en contra de una escalada total que termine en guerra en la región. Una suerte de diplomacia con bombas.

El objetivo de los 320 drones y misiles lanzados por el Ejército iraní es el de recuperar su capacidad de disuasión, apuntan los analistas consultados. La pelota está ahora en el tejado del gabinete de guerra israelí, que se reúne esta tarde. Es el primer ministro Benjamin Netanyahu el que puede decidir lanzar una represalia moderada o un choque frontal que lleve a una guerra abierta. Tiene incentivos políticos y presión interna para esta segunda opción. 

La primera de las claves para comprender el significado de la llamada operación 'Promesa Verdadera' iraní está en el tipo de armas utilizado; la segunda, en los objetivos atacados. 

Irán ha lanzado un total de 170 drones, 30 misiles crucero y 120 misiles balísticos. “Un 99%” han sido interceptados, según el Ejército israelí: muchos sobre el espacio aéreo jordano, otros sobre Siria y los más por el sistema de defensa antiaérea de largo alcance Arrow (Flecha) israelí. No ha habido muertos ni daños materiales seriOs. Un niño israelí ha resultado herido por metralla. 

“Ha sido un ataque hecho a propósito para no provocar un gran daño, utilizando capacidades limitadas y pertinentemente anunciado para dar mucho tiempo de reacción: drones que han tenido que atravesar centenares de kilómetros y pasando por el espacio aéreo de otros países, lo que ha permitido que fueran interceptados”, opina para El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, Haizam Amirah Fernández, analista senior del Real Instituto Elcano.

El grueso de los misiles o drones han podido ser derribados por aviones de combate jordanos, estadounidenses o británicos. Los drones usados son los Shahed iraníes, pequeñas aeronaves no tripuladas cargadas de explosivos sin capacidad de reacción. “Irán dispone de otro tipo de capacidades militares que podían haber provocado mucho mayor daño en Israel, y no los ha usado, porque eso se entendería como una escalada”.

En la misma dirección apunta Raz Zimmt, analista y exoficial de inteligencia militar israelí especializado en Irán. “Aunque han usado algunos misiles balísticos, de tiempo más corto (10 o 15 minutos), en general los drones o los misiles tierra-tierra tardan bastante en llegar”, explica por teléfono desde Israel el experto del Institute for National Security Studies (INSS). “Tampoco han disparado contra grandes poblaciones u objetivos civiles, sino sobre el sur del país (menos poblado). Puede que Irán haya calculado que la mayoría sean interceptados, para minimizar los riesgos de posibles bajas”. Uno de los objetivos era una base militar hebrea de aviones F-35.

Entonces, si Teherán no quería hacer daño de verdad, ¿por qué atacó? La clave está en que el régimen del ayatolá Alí Jamenei tenía que recuperar la capacidad de disuasión militar: eliminar el riesgo de ser atacado por un Israel envalentonado. Irán, con una economía mermada tras años de sanciones internacionales y con una alta inestabilidad política interna por las protestas populares, lleva medio año tratando de evitar un choque militar directo contra el poderoso Ejército israelí y su gran aliado, Estados Unidos.

“Irán sentía la obligación de responder a los ataques israelíes contra su consulado en Siria de forma escalatoria, y el ataque directo contra Israel es un paso sin precedentes”, afirma Julien Barnes-Dacey, director del programa Oriente Medio y Norte de África del European Council on Foreign Relations (ECFR). “Pero los ataques han sido telegrafiados con mucha antelación y Irán ha dejado claro, mientras se desarrollan, que quería evitar un conflicto mayor. Se trataba de dar una respuesta firme pero suficientemente controlada como para no provocar una guerra directa, que sigue siendo el principal objetivo iraní”. 

Respuesta de Israel a Irán

Ahora, es Israel la que va a decidir si sube un peldaño más en la escalada o lanza una represalia contenida. Estados Unidos está mandando el mensaje de que no es favorable una aventura bélica frontal contra el régimen iraní. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló en la noche de este sábado con el primer ministro hebreo, Benjamín Netanyahu, para decirle que no apoyará ningún contraataque de Israel directamente contra Irán, según le ha confirmado un funcionario de alto rango de la Casa Blanca al medio Axios.

Varios ministros del gabinete ultraderechista hebreo han pedido reiteradamente la extensión de la guerra tanto hacia Irán como hacia el Líbano, donde se encuentra la milicia Hezbolá, aliada de Teherán. De hecho, más de 100.000 israelíes no han podido aún volver a sus casas del norte del país por miedo a los cohetes de la milicia chií. Las Fuerzas Armadas israelíes podrían aprovechar la convulsión para llevar a cabo ataques en suelo iraní: una refinería, alguna infraestructura de producción nuclear o algún alto mando dentro de la República Islámica. El país vive bajo el trauma nacional que supusieron los ataques del 7 de octubre, que costaron la vida de 1.154 israelíes. Y la cruenta guerra contra Gaza, con más de 33.000 muertos palestinos y la Franja destrozada y ante una hambruna sin precedentes, ha provocado un inédito aislamiento internacional del Ejecutivo hebrero.

“El gabinete de guerra de Netanyahu sí puede tener incentivos para una escalada regional, y un interés en arrastrar a una administración Biden, que hasta el momento le ha dado un apoyo incondicional a todos los niveles posibles”, opina Haizam Amirah Fernández. “El primer ministro tiene incentivos: por un lado, que no se hable de Gaza y, por otro, una escalada que le permita seguir como presidente del Gobierno más tiempo, que es su principal objetivo, porque así evita ir a la cárcel y que la sociedad israelí le pida cuentas por su fracaso a la hora de protegerla el 7 de octubre”. 

El tipo de respuesta iraní recuerda a la que llevó a cabo tras el asesinato de Qasem Soleiman. El 3 de enero de 2020, el entonces presidente Donald Trump ordenó un ataque de precisión para acabar con la vida del alto mando militar iraní. El mundo estuvo en vilo entonces por la respuesta de los ayatolás. La respuesta fueron dos ataques contra sendas bases militares estadounidenses en Irak: decenas de misiles balísticos que impactaron en las bases de Ain al Asad y Erbil, con miles de soldados estadounidenses. Hubo 110 heridos, pero ningún muerto, según Estados Unidos, aunque Irán dijo que mató a 80 soldados. El asunto no zanjó la tensión, y aún ha seguido habiendo ataques de las milicias pro-iraníes en Irak. Pero entonces se consiguió evitar un conflicto abierto.