Tensión Washington-Moscú

EEUU confirma que Rusia desarrolla un arma espacial antisatélites

El portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca niega que sea una amenaza inmediata

Biden ha instado a establecer contacto diplomático con Moscú para abordar la cuestión

La NASA lanza desde la base de Cabo Cañaveral el satélite TESS.

La NASA lanza desde la base de Cabo Cañaveral el satélite TESS.

Idoya Noain

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John Kirby, portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca de Joe Biden, ha confirmado este jueves que la inteligencia de Estados Unidos ha detectado una seria amenaza para su seguridad nacional y ha explicado que se trata de una capacidad antisatélites que está desarrollando Rusia y que se desplegaría o usaría en el espacio.

Kirby ha aclarado que “no se trata de una capacidad activa que haya sido desplegada”. Ha asegurado también que “no representa una amenaza inmediata para la seguridad de nadie” y ha dicho que “no hablamos de un arma que se pueda usar para atacar seres humanos o causar destrucción física en la Tierra”, aunque también ha afirmado que es un avance “problemático” que Washington está siguiendo muy de cerca y tomando “muy en serio”.

Frenesí y poca información

La confirmación ha llegado tras 24 horas de frenesí, desatadas después de que Mike Turner, un congresista republicano que preside el comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, alertara el miércoles en un críptico mensaje sobre la amenaza y pidiera al presidente Biden que desclasificara toda la información al respecto.

Kirby ha dado muy pocos detalles más y se ha negado a confirmar ni desmentir varias informaciones publicadas por los medios con fuentes gubernamentales anónimas que aseguran que se trataría de una capacidad nuclear. Lo que sí ha dicho es que con su despliegue Moscú estaría violando el Tratado de Espacio Exterior de 1967, un acuerdo firmado por 130 naciones. Una de las cláusulas del tratado dice, específicamente, que los países no tienen permitido “poner armas nucleares u otras armas de destrucción masiva en órbita, en cuerpos celestiales o estacionarlas en el espacio exterior de ninguna otra manera”.

Contacto y reacciones de Moscú

Kirby ha explicado también que el presidente Biden lleva semanas siendo informado sobre el avance de Rusia y que ha dado instrucciones tanto para informar al Congreso y a aliados, un proceso que está en marcha, como para establecer contactos diplomáticos con Moscú. Aunque Washington ha iniciado esa comunicación con Rusia, la conversación bilateral todavía no se ha iniciado.

Desde Moscú horas antes se había denostado la información sobre el arma nuclear antisatélites como una artimaña para intentar generar apoyo en el Congreso a la legislación que destina 60.000 millones de dólares a Ucrania, que ha sido aprobada en el Senado pero está bloqueada en la Cámara Baja. “Es obvio que Washington intenta forzar al Congreso a votar en la ley por las buenas o por las malas, veremos que treta usa la Casa Blanca”, ha dicho Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.

Turner, el congresista que hizo saltar las alarmas el miércoles, es uno de los republicanos que defiende dar más ayuda a Kiev, a la que se resisten otros conservadores, especialmente del ala más ultra. Y su acción desvelando públicamente la existencia de la amenaza ha indignado a la Casa Blanca, que alerta contra el riesgo de poner en peligro fuentes de información de la inteligencia y que destaca que ya previamente se había organizado la sesión informativa de este jueves a puerta cerrada con cuatro líderes de la Cámara Baja del asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan.

Preguntas sin respuesta

La falta de información oficial sobre el arma o sistema que ha desatado las alarmas ha hecho que se disparen tanto los interrogantes como las llamadas a la calma de algunos expertos. No se sabe, por ejemplo, si se trata de un arma nuclear que se desplegaría en el espacio o de un nuevo satélite que usara la energía nuclear como propulsión. Y expertos citados por NBC creen que podría ser lo segundo, y lo vinculan a un satélite clasificado ruso que se lanzó la semana pasada, el Cosmos 2575.

Según un ensayo publicado en 2019 en 'The Space Review' citado también por NBC un satélite de propulsión nuclear podría llevar al espacio un bloqueador de alta potencia que podría anular una amplia gama de comunicaciones y otro tipo de señales durante prolongados periodos de tiempo.

Todo el mundo debe calmarse sobre esto”, ha dicho también en declaraciones a ‘The Guardian’ el doctor Bleddyn Bowen, profesor en la Universidad de Leicester especializado en relaciones internacionales y guerra en el espacio exterior.