Rechazo a la AFD

Cientos de miles de manifestantes forman un "cortafuegos" contra la ultraderecha alemana

El exjefe del espionaje provoca un terremoto en Alemania con la creación de un nuevo partido ultra

Manifestantes en Berlín se concentran frente al  Reichstag para protestar contra  el partido de ultraderecha AFD.

Manifestantes en Berlín se concentran frente al Reichstag para protestar contra el partido de ultraderecha AFD. / Ebrahim Noroozi

Gemma Casadevall

Gemma Casadevall

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Cientos de miles de manifestantes secundaron este sábado la convocatoria lanzada por más de 1.500 organizaciones de toda Alemania contra la ultraderecha. Fueron marchas de distinto formato, repartidas en 150 ciudades, la mayor de las cuales en Berlín.

"Nosotros somos el cortafuegos”, era el lema común, en alusión al cordón sanitario en torno a la ultraderechista Alternativa contra Alemania (AfD), a la que el resto del espectro político descarta como aliada. La concentración de Berlín pretendía formar una cadena humana en torno al Reichstag, la histórica sede del Parlamento federal o Bundestag. La gran afluencia de ciudadanos –hasta 300.000, según la plataforma Campact, o la mitad, según la policía- convirtió en inviable ese plan. Se cambió sobre la marcha el plan y se pidió a los concentrados que simplemente se tomaran de la mano, sin tratar de formar un “cordón” en torno al Bundestag.

En otras ciudades, como Dresde o Hamburgo, hubo concentraciones parecidas. Además del clamor conjunto contra la AfD, su propósito era reclamar del estamento político actuaciones más contundentes contra la ultraderecha y mayor apoyo a los proyectos en favor del asilo.

Entre los 1.500 convocantes había tanto organizaciones como Amnistía Internacional o Pro-Asyl, sindicatos, grupos religiosos o activistas medioambientales. Se excluyó a partidos políticos, con el claro propósito de mostrar que se trata de un “despertar” ciudadano, no adscrito a ideologías. Sí acudieron representantes de partidos -entre ellos, la presidenta de los Verdes, Ricarda Lang-. Pero lo hicieron a título personal.

"Re-emigración masiva"

El desencadenante de esta y otras movilizaciones fueron las revelaciones de una reunión en Potsdam, ciudad vecina a Berlín, entre ultraderechistas, empresarios y neonazis, donde se abordó la expulsión de millones de extranjeros u otros ciudadanos nacionalizados pero de origen no alemán. Entre los asistentes a la cita había miembros de la AfD, partido que ocupa la segunda posición en intención de voto, así como de la llamada Unión de Valores, corriente interna de la oposición conservadora. Este grupo anunció hace unos días la creación de un nuevo partido que no descartará alianzas con la AfD. Representará la línea dura contra el asilo, lo mismo que otro partido recientemente creado, aunque como escisión de La Izquierda, y denominado Alianza Sahra Wagenknecht, el nombre de su líder.

Entre el estupor por los planes de “re-emigración” masiva y la aparición de las dos nuevas formaciones radicales, la AfD ha empezado a bajar en los sondeos para situarse en el 19 %. Por primera vez en meses, se encuentra así por debajo del 20 %, según las televisiones públicas Ard y Zdf. Defiende su segundo puesto, solo aventajada por la oposición conservadora y muy por delante de los partidos de la coalición de gobierno de Olaf Scholz, socialdemócratas, verdes y liberales.