La Casa Blanca revisa los protocolos tras la hospitalización del secretario de Defensa por cáncer de próstata

La Administración Biden ordenó este martes a los miembros del gabinete que notifiquen a la Casa Blanca si se ven obligados a delegar autoridades, después de que el secretario de Defensa, Lloyd Austin, esperase cuatro días para informar a altos funcionarios que había sido hospitalizado como consecuencia de un cáncer de próstata.

La orden del Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Jeff Zients, establece que los miembros del gabinete deberían notificar a la Casa Blanca "cuando las agencias anticipan o se están preparando para una delegación de autoridad y nuevamente cuando ocurre la delegación", según un memorando enviado a todos los secretarios del gabinete el martes. Ese memorando también anuncia una revisión de los protocolos de delegación existentes y pide a los secretarios que presentaran sus planes antes del final de la semana. Dichas delegaciones deben emitirse cuando los miembros del gabinete son inalcanzables o están "siendo hospitalizados o sometidos a un procedimiento médico que requiere anestesia general".

La orden de Zients no menciona a Austin por su nombre, pero la razón fue la confusión que rodeó su hospitalización el día de Año Nuevo. Austin provocó frustración y preocupación en la Casa Blanca por no informar al presidente Joe Biden, al Consejo de Seguridad Nacional o incluso a algunos de sus asesores de más confianza de que había sido hospitalizado.

El Pentágono reveló el pasado enero. El 5 de agosto, Austin, que tiene fama de proteger su privacidad, había sido hospitalizado en cuidados intensivos después de sufrir complicaciones por un procedimiento médico. Más tarde prometió hacer un mejor trabajo informando al público, pero aún no había revelado la naturaleza de la enfermedad, finalmente divulgada como cáncer de próstata. Permaneció hospitalizado el martes, aunque ya salió de cuidados intensivos.

Biden ha dicho que conserva la confianza en Austin y no quiere que renuncie, según personas familiarizadas con su forma de pensar. La forma en que Austin manejó su hospitalización provocó protestas en el Congreso, y algunos republicanos pidieron que dimitiera. Incluso muchos demócratas han dicho que manejó mal el asunto y han exigido mayor transparencia en torno a su enfermedad.