Miles de italianos secundan huelgas contra los presupuestos del Gobierno de Meloni

Miles de italianos secundaron este viernes una huelga convocada por los principales sindicatos del país, en contra del Gobierno de Giorgia Meloni. Las asociaciones de trabajadores se han confirmado así como una de las principales voces de disenso al actual Ejecutivo italiano. Pero incluso ellos han demostrado un poder de convocatoria mucho más limitado que en años anteriores.

El motivo central de la huelga era manifestarse en contra de la última ley de presupuestos del Ejecutivo italiano. Sin embargo, después de un largo pulso, los sindicatos convocantes no lograron siquiera que la duración de la huelga fuese idéntica para todos los gremios. El sector de Transportes, que excluía al sector aéreo, solo paró cuatro horas, mientras que los trabajadores de Sanidad y Educación lo hicieron durante ocho horas.

Además, la huelga de transportes no se llevó a cabo en grandes ciudades como Nápoles y Milán, donde en principio la huelga se debería hacer otro día. ¿La razón? Diferencias internas en los sindicatos, así como también el hostigamiento de la Comisión de Garantías del Parlamento italiano, que rechazó que el paro se considerase una "huelga general", bajo la argumentación que optaron por no participar más de una decena de gremios. 

Una situación que ya durante la semana ha suscitado fuertes tensiones entre los sindicatos y el Gobierno italiano. "Estoy orgulloso porque hoy 20 millones de italianos han podido moverse libremente. El derecho a la huelga de una minoría no puede lesionar el derecho al trabajo de la mayoría", comentó Matteo Salvini, líder de la Liga y ministro de Infraestructuras. 

Baile de porcentajes

Salvini festejó en particular la supuesta baja participación de la huelga, que no superó el 5%, según datos proporcionados por su propio ministerio. La huelga tiene "un seguimiento marginal", rebatió la propia Meloni. En cambio, los sindicatos dieron otra versión de los hechos: según ellos, la huelga tuvo un 70% de adhesiones. 

Eso sí, tanto en Roma como en otras ciudades —especialmente del centro del país—, se realizaron diversos actos públicos. Y, en particular, en la capital italiana, los manifestantes se reunieron para marchar juntos desde la estación Ostiense hasta el Ministerio de Educación, en el barrio de Trastevere.

Y esto también lo celebraron los líderes de los sindicatos CGIL y IUL. "Al menos 60.000 personas participaron [en la manifestación principal del día] en la plaza del Pueblo", argumentaron las dos agrupaciones.