Ataque yihadista

Francia llora al profesor Bernard, cuyo asesinato acentúa la tensión por la amenaza yihadista

El Gobierno francés dobla el número de soldados desplegados en las calles tras la conmoción por la muerte de este docente y el temor de repercusiones por la guerra en Gaza

Francia asegura que "protegerá" a los docentes tras el último asesinato

Caos en París por una sucesión de avisos por alerta de bomba

Ofrenda floral delante del liceo Gambeta en Arras, Francia, en recuerdo de Dominique Bernard, el profesor asesinado por un un exalumno fichado por el radicalismo islámico.

Ofrenda floral delante del liceo Gambeta en Arras, Francia, en recuerdo de Dominique Bernard, el profesor asesinado por un un exalumno fichado por el radicalismo islámico. / Enric Bonet

Enric Bonet

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Hace cinco años que Joachim dejó de estudiar en el instituto Gambetta en Arras, en el norte de Francia. Y más de una década que tuvo como profesor de francés a Dominique Bernard, de 57 años. A pesar de que sus recuerdos son vagos, no dudó este sábado en acudir en frente de su liceo para depositar un ramo de flores y homenajear a este docente, asesinado brutalmente el viernes por Mohammed M., de 20 años, un exalumno fichado por radicalismo islámico. Lo mismo hicieron decenas de estudiantes, exalumnos y padres de este centro de secundaria público (sin ninguna confesión religiosa), víctima de un ataque yihadista que ha traumatizado esta ciudad mediana, con unos 40.000 habitantes y situada a unos 180 kilómetros al norte de París.

“Era alguien que siempre estaba dispuesto a proteger a los otros y resolver los conflictos de manera pacífica. No me sorprende que se interpusiera enfrente del terrorista”, explica a EL PERIÓDICO Joachim sobre el “Monsieur Bernard”, como le llamaban sus estudiantes. Su muerte no solo ha conmocionado esta localidad de la antigua cuenca minera de la franja septentrional, muy afectada por la desindustrialización, sino que también ha obligado a las autoridades francesas a aumentar al máximo el nivel de alerta antiterrorista

El Gobierno ha anunciado este sábado que aumenta hasta 7.000 los soldados —normalmente son unos 3.000 los que patrullan las calles francesas— desplegados en el marco de la operación Sentinelle. El museo del Louvre y el palacio de Versalles tuvieron que evacuar a sus visitantes y cerrar este sábado tras recibir mensajes de alerta, probablemente falsos, de eventuales ataques. También evacuaron una de las partes de la parisina Gare de Lyon. En cambio, se mantiene abierta la amplia zona en la plaza Concordia en París en que se concentran los fanes para ver en una pantalla gigante los partidos del Mundial de rugby.

Como si se enfrentara a un trágico alineamiento de planetas, el Ejecutivo de Emmanuel Macron teme especialmente la coyuntura actual al coincidir el tercer aniversario de la decapitación del profesor Samuel Paty —brutalmente asesinado por un joven yihadista ruso-checheno el 16 de octubre de 2020— con las posibles repercusiones en territorio galo de la guerra en Gaza. Las autoridades detectaron desde el pasado fin de semana más de un centenar de actos antisemitas. La mayoría de ellos consistieron en pintadas o insultos verbales. Ninguno de ellos de extrema gravedad, pero se teme que puedan ir a más en el país en que vive la comunidad judía más numerosa de Europa (unos 600.000 integrantes). 

¿Un ataque vinculado con la guerra en Gaza?

Hamás había pedido que se produjeran atentados este viernes. Sabíamos que probablemente podrían tener lugar en Francia”, afirma Pierre Millet, de 19 años, quien estudia en el liceo Gambetta en una de sus clases preparatorias (un curso especial posterior al Bachillerato) para preparar las pruebas de acceso a la escuela militar Saint-Cyr. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, —conocido por ser lenguaraz y no siempre riguroso con sus declaraciones— también dijo que “hay, por desgracia, un vínculo” entre el atentado en Arras y la nueva escalada en el conflicto israelo-palestino, aunque no aportó ninguna prueba de ello, más allá del contexto y la dimensión islamista. La investigación determinará si existe un vínculo real. 

“No creo que tenga que ver con el conflicto entre Israel y Palestina”, defiende, en cambio, Noah, de 16 años, alumno del liceo Savary Ferry en Arras, el mismo en que estudiaba el hermano pequeño de Mohammed M que fue detenido el viernes mientras intentaba colarse en otro centro de secundaria. “Este atentado está sobre todo vinculado con el caso de Samuel Paty”, sostiene Noah, refiriéndose al docente de Historia decapitado por haber mostrado en una de sus clases las caricaturas de Mahoma de la revista satírica Charlie Hebdo

Como sucedió hace tres años, el responsable de la muerte del profesor Bernard es un joven ruso-checheno que había pasado la mayor parte de su vida en Francia, donde su familia obtuvo el asilo. Durante el ataque, según varios testigos, tenía una fijación especial por acuchillar a un profesor de Historia. Además del autor del atentado, neutralizado por las fuerzas de seguridad gracias al uso del Taser, otras nueve personas se encuentran actualmente retenidas en comisaría y fueron interrogadas en relación con el caso. La mayoría de ellas forman parte de la familia del asaltante, conocida por sus afinidades salafistas y que ya contaba con un hijo encarcelado en 2019 por sus actividades como propagandista del Estado Islámico (EI).

Un devoto de la educación y la poesía

“No era alguien que viniera a menudo al instituto. Ya tenía sus ideas y visión extraña de la religión”, recuerda Genny, de 14 años y quien asegura que algunas de sus amigas conocían al autor del atentado. Pese a la tristeza y el horror vivido, esta alumna del instituto Gambetta regresó este sábado al centro ensangrentado junto con sus padres y sus tres hermanos. Mientras esperaba en la cola para participar en la ofrenda floral, tenía los ojos llorosos y abrazaba a una de sus hermanas. 

“Cuando sonó la alarma, primero pensábamos que se trataba de un ejercicio. Luego, al ver los videos —que circularon muy rápidamente en las redes sociales—, nos dijimos que era una broma. No nos creíamos lo que sucedía”, recuerda Jenny sobre el momento del ataque. Otros tres profesionales del centro también resultaron heridos, uno de ellos de manera muy grave, en la incursión del exalumno radicalizado, con dos cuchillos. “Tanto el profesor Bernard como sus otros tres compañeros que se interpusieron al terrorista actuaron como héroes”, asegura Marine, de 22 años, una exalumna que lo tuvo como docente de francés, así como su hermana mayor y su hermano pequeño, que vivió el atentado 'in situ'.

Bernard, padre de tres hijas y descendiente de una familia de profesores, era un devoto de la educación, además de un apasionado de la poesía. “Siempre alegre”, “atento a los problemas de sus alumnos”, “un apasionado por su profesión”… Los elogios afloran entre aquellos que lo conocieron y lloran su muerte. Su nombre se suma al de Samuel Paty y del coronel Beltrame, asesinado en 2018, en la lista de los funcionarios franceses víctimas de yihadistas tras haber actuado como héroes.

“Dicen que los mejores son los primeros en dejarnos y, por desgracia, esto es lo que sucedió con él”, afirmaba Thibault, de 22 años, quien lo tuvo como docente en sus primeros años en ese liceo. También había dado clases al mismo autor del atentado, al que había valorado con un 17,5 sobre 20 a final de curso y le había aconsejado que siguiera con los estudios de letras. Un consejo que Mohammed M. no siguió y abrazó el delirio yihadista.

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